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Los nigerianos celebraron el sábado el 62º aniversario de su independencia y el líder del país reconoció las dificultades económicas y de seguridad a las que se enfrentan los ciudadanos mientras se preparan para votar a un nuevo presidente dentro de cuatro meses.
El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, se subió a una ola de buena voluntad para llegar al poder en 2015 tras prometer que superaría los obstáculos que ahogan el progreso del país a pesar de ser la nación más poblada y la mayor economía de África.
Buhari, que no volverá a presentarse a las elecciones, dijo que su gobierno ha “hecho progresos apreciables” en materia de seguridad, economía y lucha contra la corrupción, pero admitió que “aún no hemos llegado a nuestro destino.”
Las tasas de desempleo del 33% y de pobreza del 40% de Nigeria son las peores en décadas, según las estimaciones del gobierno. Además, miles de personas han muerto durante el último año en ataques de grupos armados en la conflictiva región del norte del país y de rebeldes extremistas islámicos en el noreste.
“Comparto los dolores por los que están pasando los nigerianos y les aseguro que su resistencia y paciencia no serán en vano”, dijo Buhari.
En el centro comercial de la capital, Lagos, y en otras partes del país, miles de personas marcharon en medio de una fuerte presencia policial en apoyo de Peter Obi, uno de los principales aspirantes a las elecciones presidenciales de febrero.
“El gobierno nigeriano se preocupa más por la gente con pancartas que por la gente con armas”, dijo Ayo Sogunro, un abogado nigeriano de derechos humanos, sobre la fuerte presencia de seguridad.
La campaña para las esperadas elecciones presidenciales comenzó esta semana, con 18 candidatos compitiendo por el máximo cargo político del país.
Entre los principales candidatos se encuentran Bola Tinubu, del gobernante Congreso de los Progresistas y ex gobernador del estado de Lagos, el ex vicepresidente Atiku Abubakar, del opositor Partido Democrático de los Pueblos (PDP), y Obi, que pretende romper el control del poder que comparten estos dos partidos desde hace 23 años.
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