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Un grupo de pescadores holandeses ha rescatado a un británico que llevaba días aferrado a una boya después de que su kayak hinchable volcara mientras cruzaba el Canal de la Mancha hacia Francia.
El hombre, de 28 años, sobrevivió a una espera de dos días en medio del mar a base de una dieta de algas y mejillones, llevando sólo un bañador, según los informes.
El kayakista fue rescatado a las 11 de la mañana del jueves por la tripulación del cúter De Madelaine de Urk (Países Bajos), según el periódico De Telegraaf.
El hombre fue visto por Teunis de Boer, un capitán de la compañía naviera T. de Boer en Zonen, mientras navegaba entre Inglaterra y Francia.
Después de una “decepcionante” mañana de pesca, De Boer dijo que vio algo en el “vio algo loco” moviéndose cerca de una boya en medio del mar.
Contó a la publicación que, tras alcanzar un par de prismáticos, vio al exhausto británico “saludándonos como un loco”.
La tripulación se acercó inmediatamente a él y se apresuró a rescatarlo de la boya. Los hombres lanzaron un aro salvavidas en su dirección al que el británico se agarró antes de ser arrastrado al barco.
Según Het Urkerlandel joven de 28 años sufría hipotermia severa y deshidratación cuando fue llevado a bordo. También estaba cubierto de moratones y sus ojos se habían hundido “muy profundamente en sus cuencas”.
El capitán De Boer dijo que era “un milagro que sobreviviera”.
Para recuperar las fuerzas del hombre, la tripulación le dio una barra de chocolate Snickers y lo envolvió en mantas. Luego contó a los hombres que se había propuesto ir en kayak desde Dover a Francia, pero que su embarcación había volcado en la traicionera vía marítima, dejándole sólo una boya para mantenerse a flote.
Las autoridades francesas informaron a NOS de que el hombre había pasado unas 48 horas aferrado a la boya para sobrevivir. Posteriormente, los guardacostas franceses lo trasladaron por aire a la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Boulogne-sur-Mer, pudiendo hablar pero en “mal estado”, según los informes.
Incapaz de reunir las fuerzas para agradecer a la tripulación con palabras el haberle salvado de la boya, en su lugar hizo signos de corazón con las manos en señal de gratitud.
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