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Los primeros ministros de los Países Bajos y Luxemburgo instaron el lunes a Serbia y Kosovo a actuar para calmar las tensiones recientes que han amenazado con llevar a la región de los Balcanes a la inestabilidad mientras Europa enfrenta la agresión de Rusia en Ucrania.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, y Xavier Bettel, el primer ministro de Luxemburgo, hablaron después de reunirse con el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, en Belgrado. Rutte y Bettel viajarán a Kosovo el martes para reunirse con altos funcionarios allí.
“Los dos no podemos enfatizar lo suficiente lo importante que es que tanto Serbia como Kosovo tomen medidas para reducir la escalada y, en última instancia, normalizar sus relaciones a través del diálogo liderado por la UE”, dijo Rutte.
“Esto es crucial para los dos países en sí mismos, en primer lugar, pero también para toda la región y Europa en su conjunto”, agregó. “Con una guerra que se libra entre Rusia y Ucrania en nuestro continente, es más importante que nunca que actuemos juntos”.
Serbia y su antigua provincia, Kosovo, han estado en desacuerdo durante décadas, con Belgrado negándose a reconocer la declaración de independencia de Kosovo de 2008. Los esfuerzos occidentales para resolver la crisis han aumentado recientemente, para evitar una posible inestabilidad en los Balcanes mientras la guerra asola Ucrania.
Las tensiones entre los dos países estallaron nuevamente en mayo después de que la policía de Kosovo tomara edificios municipales locales en el norte de Kosovo, de mayoría serbia, para instalar alcaldes de etnia albanesa que fueron elegidos en una elección de abril que los serbios boicotearon abrumadoramente.
Los enfrentamientos violentos hirieron a 30 cascos azules internacionales y más de 50 serbios étnicos, lo que generó temores de una reanudación del conflicto de 1998-1999 que dejó más de 10.000 muertos, en su mayoría albanokosovares.
Estados Unidos y la UE han presionado a Serbia y Kosovo para que tomen medidas para reducir las tensiones. La normalización de las relaciones es la condición clave para que los dos países avancen en sus esfuerzos por unirse a la UE.
Bettel también llamó a las dos partes a actuar.
“Las palabras son buenas, las acciones son mejores”, dijo. “Y necesitamos avanzar en estos temas y mostrar también que hay un deseo de desescalada”.
Vucic expresó su esperanza de que la visita de los dos primeros ministros a Serbia y Kosovo ayude. “Prometí que Serbia hará todo lo posible para preservar la paz y la estabilidad”, dijo.
Washington y la mayoría de las naciones de la UE han reconocido la independencia de Kosovo, mientras que Rusia y China han respaldado el reclamo de Serbia sobre el territorio.
La guerra de 1998-1999 estalló cuando los separatistas de etnia albanesa se rebelaron contra el gobierno de Serbia y Belgrado respondió con una represión brutal. Los bombardeos de la OTAN en 1999 obligaron a Serbia a ceder el control, pero Belgrado ha mantenido que Kosovo sigue siendo parte del país.
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