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El Comité Nacional Republicano declaró oficialmente el viernes como “discurso político legítimo” el motín del 6 de enero de 2021 que dejó varios policías y civiles muertos, más de 100 agentes de la ley heridos y más de 600 estadounidenses que se enfrentan a cargos penales por su participación en la violencia.
El partido emitió la declaración de apoyo a la turba pro-Trump que perpetró el peor ataque al Capitolio desde que las tropas británicas al mando del mayor general Robert Ross lo incendiaron en 1814, durante su reunión anual de invierno, en una resolución de censura que condenó al representante de Illinois, Adam Kinzinger, y a la representante de Wyoming, Liz Cheney, por formar parte del comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga las causas profundas de la violencia de ese día.
La resolución, que fue aprobada por votación de voz, condenó los esfuerzos del comité selecto como “una persecución dirigida por los demócratas a los ciudadanos comunes” y acusó al Sr. Kinzinger y a la Sra. Cheney de “utilizar su afiliación política profesada en el pasado para enmascarar el abuso demócrata del poder fiscal con fines partidistas”.
Además, condena su participación en la única investigación del Congreso sobre los acontecimientos que condujeron a la violencia -incluidos los esfuerzos del expresidente Donald Trump por instalarse en la Casa Blanca para un segundo mandato en contra de los deseos de los votantes- como “destructiva para la institución de la Cámara de Representantes de Estados Unidos” y para el Partido Republicano en su conjunto.
La adopción de la resolución de censura hace que el apoyo a la turba violenta y la oposición a cualquier intento de exigir responsabilidades por la violencia sea la posición oficial del Partido Republicano, un partido político que remonta su historia a la elección de Abraham Lincoln en 1860.
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