By 
En un primer momento, los republicanos criticaron duramente el registro del FBI en el complejo turístico Mar-a-Lago de Donald Trump, pero a medida que surgen nuevos detalles sobre los más de 100 documentos clasificados que el ex presidente escondió desordenadamente en su club privado los republicanos han guardado un notable silencio.
La profundización de la investigación sobre el manejo de información gubernamental sensible por parte de Trump ha revelado nuevos detalles perjudiciales e inquietantes. Con cada presentación judicial hay nueva información sobre el alijo de documentos que el expresidente se llevó de la Casa Blanca y los posibles problemas de seguridad nacional. Mientras que la búsqueda sin precedentes ha galvanizado a muchos republicanos a la defensa de Trump, otros en el partido no están dispuestos a hablar, a menudo recelosos de cruzarse con él.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, declinó responder el miércoles cuando se le preguntó sobre los últimos avances en la investigación del Departamento de Justicia.
“No tengo ninguna observación al respecto”, dijo McConnell a los periodistas en Kentucky.
El silencio es elocuente para un partido cuyo presidente ganó la Casa Blanca tras arengar a los votantes con cánticos de mitin de “¡Enciérrenla!” Trump puso en la picota a su oponente demócrata, Hillary Clinton, por utilizar una cuenta de correo electrónico y un servidor personales durante su etapa como secretaria de Estado. Rápidamente se puso a disposición de los investigadores y no fue acusada.
La investigación también está planteando una nueva prueba de lealtad republicana a Trump por parte de los legisladores que dependen de él para su sustento político, especialmente de cara a las elecciones de mitad de mandato.
Las líneas de batalla entre los republicanos que luchan por Trump surgieron rápidamente el miércoles después de la última presentación judicial, en la que el Departamento de Justicia dijo que el registro del FBI del 8 de agosto había producido más de 100 documentos con “marcas clasificadas” en Mar-a-Lago, el doble de los que el equipo de Trump había entregado a principios de este verano.
En la presentación tardía del martes, el Departamento de Justicia expuso con gran detalle cómo había desarrollado evidencia “de que los registros del gobierno probablemente fueron ocultados y retirados” de una sala de almacenamiento en Mar-a-Lago de Trump.
La presentación describió el largo proceso de tratar de recuperar los documentos del gobierno tomados cuando Trump dejó la Casa Blanca a principios de 2021. El Departamento de Justicia explicó cómo el equipo legal de Trump había dicho que los documentos solo se guardaban en el almacén, pero la búsqueda también encontró documentos en la oficina del ex presidente. Dijo que algunos de los documentos recién encontrados eran tan sensibles que incluso los abogados del Departamento de Justicia y el personal de contrainteligencia del FBI requerían autorizaciones adicionales antes de poder revisar el material.
El Departamento de Justicia dijo que “probablemente se hicieron esfuerzos para obstruir la investigación del gobierno”. Presentó una fotografía de algunos de los documentos clasificados encontrados, como prueba. La presentación decía rotundamente que el gobierno cree que se ha producido una “conducta obstructiva”.
La representante republicana Liz Cheney -una de las críticas más feroces del ex presidente, que recientemente perdió sus propias primarias para la reelección- tuiteó la foto: “Otra conducta indefendible de Donald Trump revelada esta mañana.”
Pero el senador republicano Ted Cruz, otrora rival de Trump por la Casa Blanca, se ha guardado sus críticas para las fuerzas del orden federales al defender al expresidente.
“La redada del FBI fue un horrible ‘abuso de poder'”, tuiteó Cruz justo antes de la presentación del martes. Dijo que “tiene que haber “una limpieza completa” en el FBI”.
Fue uno de los varios legisladores republicanos y candidatos al Congreso que recaudaron fondos esta semana por sus quejas sobre el Departamento de Justicia. La oficina de Cruz no respondió a una solicitud de nuevos comentarios el miércoles.
El senador de Texas no es el único que aleja sus críticas de Trump y las dirige a las autoridades federales que llevan a cabo la investigación y el registro. El Partido Republicano que alguna vez defendió la ley y el orden se ha dividido por las acciones de Trump, algunas en los tonos más crudos y alarmantes.
Inmediatamente después del registro, los republicanos se unieron en gran medida a Trump y exigieron más información al Departamento de Justicia. Los republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado, y algunos demócratas, solicitaron audiencias y sesiones informativas.
Pero a medida que surge nueva información, incluida la publicación de la semana pasada de la declaración jurada federal que respalda el registro y la presentación del Departamento de Justicia del martes, puede hacer que sea más difícil para los aliados de Trump defender al ex presidente y las acciones de su equipo.
Algunos partidarios republicanos de Trump se centraron en la fotografía de los documentos clasificados incluidos como prueba en la presentación del Departamento de Justicia. Aunque los documentos estaban blindados, los críticos sugirieron que sila información era tan secreta que no debería haber sido divulgada públicamente. “Ustedes son tan malos en esto”, tuiteó la representante Marjorie Taylor Greene, republicana de Georgia, aliada de Trump, dirigiendo sus críticas tanto a los demócratas como a los que compartieron la imagen.
Los riesgos de la encendida retórica contra las fuerzas del orden del país han sido claros. Los disparos de la policía a un hombre que intentó entrar en la oficina de campo del FBI en Cincinnati mostraron el peligro. El director del FBI, Christopher Wray, criticó a quienes atacan a la agencia e instó a los agentes a ser cautelosos en público.
En vísperas de las elecciones de mitad de mandato, la capacidad de Trump para dominar el escenario político es bien recibida por los republicanos de la Cámara de Representantes, que confían en su presencia para reforzar el entusiasmo y la participación de los votantes en su intento de recuperar el control de la mayoría. Algunos le han animado a anunciar rápidamente su propia campaña para presentarse de nuevo a la Casa Blanca.
Sin embargo, a los republicanos del Senado les preocupa cada vez más que Trump esté robando el foco de atención de lo que ellos preferirían que fuera un referéndum electoral sobre la actuación del presidente Joe Biden en la Casa Blanca.
A medida que Biden intensifica sus propios esfuerzos para ayudar a su partido a retener el control del Congreso, se está centrando en los candidatos al estilo de Trump en las filas republicanas, con un tono más agresivo y un énfasis en los riesgos para la democracia que se han convertido en un tema motivador para los demócratas.
El representante demócrata Adam Schiff de California, un ex fiscal federal, dijo que la última presentación judicial era “devastadora” para Trump.
“Lo que más llama la atención son los hechos que esbozan cómo el ex presidente y su equipo pusieron a sabiendas nuestra seguridad nacional en riesgo”, escribió Schiff en Twitter.
El congresista, que lideró el primer impeachment de Trump, instó al Departamento de Justicia a continuar su investigación y “seguir los hechos.”
__
La escritora de Associated Press Mary Clare Jalonick contribuyó a este despacho.
___
Más información sobre las investigaciones relacionadas con Donald Trump: https://apnews.com/hub/donald-trump
Comments