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Los principales republicanos se están animando a aprobar un proyecto de ley que proporciona unos 52.000 millones de dólares en incentivos para la industria de los semiconductores, ahora que el senador Joe Manchin, de Virginia Occidental, ha desechado la idea de imponer mayores impuestos a los ricos y a las empresas como parte de un esfuerzo separado sólo de los demócratas.
Hace tres semanas, el proyecto de ley sobre chips informáticos parecía estar en problemas a pesar de contar con apoyo bipartidista. Fue entonces cuando el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, dijo que no habría tal proyecto de ley mientras los demócratas persiguieran lo que llamó un “proyecto de reconciliación partidista”. Pero la decisión de Manchin de reducir drásticamente el esfuerzo demócrata y eliminar las subidas de impuestos parece haber abierto la ventana a la cooperación republicana en materia de semiconductores.
El senador John Cornyn, republicano de Texas, que apoyó el enfoque de McConnell, dijo en el pleno del Senado el lunes que el anuncio de Manchin sobre los impuestos significa “que estamos en una postura en la que podemos seguir adelante con la financiación de los chips y otras disposiciones relacionadas.”
“Espero que podamos tomar medidas al respecto en los próximos días”, dijo Cornyn.
El gobierno de Biden está presionando al Congreso para que se mueva rápidamente en la legislación de semiconductores antes de que se vayan a su receso de agosto de un mes. La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, dijo que los fabricantes de chips están tomando decisiones ahora sobre dónde necesitan ubicar las plantas para mantenerse al día con la demanda mundial, y que los competidores extranjeros están cortejando a esas empresas con ayuda financiera.
“No hace nada para proteger la economía de Estados Unidos o la seguridad nacional tener otra fábrica o instalación de fabricación ubicada en otro lugar del mundo”, dijo Cornyn. “Las necesitamos aquí”.
El proyecto de ley que se presenta ante el Senado esta semana es mucho más reducido que la legislación que ambas cámaras habían aprobado este Congreso. La medida despojada contiene los 52.000 millones de dólares en incentivos financieros e investigación, más otros 1.500 millones para un fondo que fomentaría la competencia a empresas como Huawei en la construcción de redes 5G. El proyecto de ley también instituirá un crédito fiscal a la inversión del 25% para las inversiones en la fabricación de semiconductores.
La legislación también prohibiría a los beneficiarios de la ayuda ampliar o construir nuevos planes de fabricación de ciertos semiconductores avanzados en China u otro país extranjero de interés, según un borrador de la legislación obtenido por The Associated Press.
El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, dijo el lunes a los senadores que quiere que los legisladores de la Cámara de Representantes y del Senado continúen trabajando en un proyecto de ley más amplio para impulsar la industria de los semiconductores y la investigación científica en los Estados Unidos, pero por ahora, planea celebrar la primera votación de procedimiento sobre la medida más estrecha el martes. Dijo que los fabricantes “no van a esperar eternamente”.
“Están en juego innumerables puestos de trabajo estadounidenses bien remunerados. Miles de millones de dólares en actividad económica están en juego. Y como he dicho, nuestra propia seguridad nacional está en juego”, dijo Schumer.
El gobierno de Biden ha promovido los incentivos financieros para la industria de los chips informáticos como una forma de crear puestos de trabajo en los EE.UU. al tiempo que se alivian las presiones inflacionarias a largo plazo sobre los automóviles, los ordenadores y otros productos de alta tecnología que dependen de los chips informáticos.
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