Los rivales políticos de Sudán del Sur acuerdan unificar el mando del ejército

El presidente de Sudán del Sur y su adjunto firmaron el domingo un acuerdo para unificar el mando de las fuerzas de seguridad, un acuerdo que alivia las tensiones políticas en el país del este de África.

Los enfrentamientos de los últimos días entre las tropas del gobierno y las fuerzas leales al vicepresidente Riek Machar hicieron surgir la amenaza de otro estallido de combates graves. En una carta dirigida a los mediadores regionales, Machar había acusado al presidente Salva Kiir de violar una tregua de 2018, citando ataques contra sus fuerzas.

El acuerdo del domingo prevé una estructura unificada en los servicios de seguridad, incluidos el ejército y la policía, con una distribución del 60-40 a favor del bando de Kiir.

Otros detalles, incluyendo los puestos asignados a cada parte, no estaban disponibles de inmediato.

Tanto Kiir como Machar presenciaron la ceremonia de la firma en Juba, la capital de Sudán del Sur, donde el lunes hubo un fuerte despliegue militar, que puso de manifiesto las crecientes tensiones.

“Esto es para informar a todos de que hemos acordado unificar el mando militar. Estamos a favor de la paz y de que todos nos esforcemos por conseguirla”, dijo Tut Gatluak, asesor presidencial en materia de seguridad nacional.

Martin Gama Abucha, el ministro de minería que forma parte del equipo de Machar, dijo que el evento era clave para mantener la paz en el país.

“Es importante que silenciemos las armas, para que Sudán del Sur pueda prosperar”, dijo.

Había grandes esperanzas de paz y estabilidad cuando Sudán del Sur, rico en petróleo, obtuvo su largamente disputada independencia de Sudán en 2011. Pero el país cayó en una guerra civil en diciembre de 2013 basada en gran medida en las divisiones étnicas cuando las fuerzas leales a Kiir se enfrentaron a las leales a Machar.

Decenas de miles de personas murieron en la guerra civil que terminó con un acuerdo de paz de 2018 que reunió a Kiir y Machar en un gobierno de unidad nacional.

Pero seguían existiendo desafíos, como el hecho de que el gobierno no aplicara las reformas prometidas, como la finalización de la unificación del mando del ejército.

Estados Unidos, el Reino Unido y Noruega -la troika que apoya el acuerdo de paz de Sudán del Sur- dijeron recientemente que les preocupaba que el nuevo brote de combates amenazara con socavar la unidad del gobierno.