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Uber está investigando una brecha en sus sistemas informáticos, según informó la compañía, que dejó fuera de servicio varios de sus sistemas internos de comunicación e ingeniería.
“Actualmente estamos respondiendo a un incidente de ciberseguridad”, tuiteó la compañía el viernes.
El hacker comprometió la cuenta oficial de Slack de un empleado y publicó un mensaje, anunciándose y compartiendo que “Uber ha sufrido una violación de datos.” The Washington Post informó, citando a personas familiarizadas con el asunto.
La compañía dijo que actualmente está evaluando el alcance del hackeo, añadiendo que está en contacto con las fuerzas del orden y que publicará actualizaciones adicionales en Twitter a medida que estén disponibles.
El hacker también habría enviado imágenes de “correos electrónicos, almacenamiento en la nube y repositorios de código” a investigadores de ciberseguridad y habría publicado una “imagen explícita” en una página interna para empleados, según Reuters.
“Se trata de un compromiso total, por lo que parece”, dijo el experto en seguridad Sam Curry, que supuestamente se carteó con el hacker que reclama la responsabilidad The New York Times.
No es la primera vez que la empresa se enfrenta a un incidente de ciberseguridad.
Uber fue objeto de críticas por una brecha en 2016 que expuso los datos de unos 57 millones de conductores y pasajeros.
En el incidente, se robó información personal como nombres y números de teléfono de usuarios de Uber en todo el mundo, junto con los nombres y números de licencia de unos 600.000 conductores, había dicho el jefe de Uber, Dara Khosrowshahi.
Esto incluyó los registros de casi 82.000 conductores con sede en el Reino Unido.
La empresa ocultó el incidente hasta 2017 y había pagado a los hackers para que no publicaran los datos robados.
“Estamos cambiando la forma de hacer negocios”, había dicho el señor Khosrowshahi después de que el fundador de la compañía, Travis Kalanick, se viera obligado a abandonar la empresa.
Tras el incidente de 2016, Uber fue multada con 385.000 libras por la Oficina del Comisionado de Información del Reino Unido (ICO).
La ICO declaró a la empresa culpable de una “grave infracción” de la ley de protección de datos del Reino Unido y por mostrar una “total indiferencia” hacia los clientes y conductores cuyos datos fueron robados.
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