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Los Medias Blancas de Chicago hablaron el lunes con las Grandes Ligas de Béisbol para posponer su partido contra los Mellizos de Minnesota después de que un hombre armado abriera fuego en un desfile del Día de la Independencia en los suburbios de Chicago, matando al menos a seis personas.
Tras hablar con la MLB y ponerse en contacto con las autoridades locales, el partido comenzó a la hora prevista. Se canceló el espectáculo de fuegos artificiales posterior al partido y se guardó un momento de silencio antes del primer lanzamiento.
“Nuestros corazones están con la comunidad de Highland Park”, dijeron los White Sox en un comunicado. “Toda la organización de los Medias Blancas de Chicago expresa nuestras más profundas condolencias a las familias y amigos de las víctimas inocentes del horrible tiroteo de hoy y a todos los que se han visto afectados por esta tragedia”.
El pistolero hirió al menos a 30 personas e hizo huir despavoridos a cientos de manifestantes, padres con cochecitos y niños en bicicleta, según la policía. Un hombre de 22 años, identificado como persona de interés, fue detenido tras una persecución de varias horas.
Varias ciudades cercanas cancelaron eventos, incluyendo desfiles y fuegos artificiales, algunos de ellos señalando en ese momento que el tirador de Highland Park seguía en libertad.
“Algo tiene que cambiar”, dijo el cerrador de los White Sox, Liam Hendriks. “Hay que hacer algo, tiene que pasar algo porque hay demasiada gente perdiendo la vida”.
El tiroteo del 4 de julio ha sido el último que ha destrozado los rituales de la vida estadounidense. Las escuelas, las iglesias, las tiendas de comestibles y ahora los desfiles comunitarios se han convertido en campos de exterminio en los últimos meses.
“Desgraciadamente, es algo casi diario”, dijo el entrenador de los White Sox, Tony La Russa, sobre los tiroteos. “Con demasiada frecuencia.
“Incluso cuando hay una explicación, no hay explicación. No tiene sentido”.
Highland Park es una comunidad muy unida de unos 30.000 habitantes situada a orillas del lago Michigan, justo al norte de Chicago, con mansiones y extensas fincas junto al lago que han atraído durante mucho tiempo a los ricos y a veces a los famosos, incluida la leyenda de la NBA Michael Jordan, que vivió en la ciudad durante años cuando jugaba en los Chicago Bulls.
“Lo que ha ocurrido hoy en Highland Park ha sido horrible y sin sentido”, dijeron los Bulls en un comunicado. “A lo largo de los años, Highland Park ha sido el hogar de muchos miembros de la nación de los Bulls, incluyendo un número de jugadores y personal de los Bulls. Nuestra conexión con la comunidad es personal, y ocupa un lugar particularmente especial en nuestro corazón.
“Estamos de luto con la comunidad y con todos los afectados, y les apoyamos mientras todos lloramos esta tragedia”.
Los Cubs dijeron que “están desconsolados y afligidos” por la violencia. Los Bears de la NFL calificaron el tiroteo de “insensato y vergonzoso”, y los Blackhawks de la NHL también expresaron su dolor.
“Todo el mundo merece sentirse seguro donde vive, trabaja y juega, y esto simplemente no puede aceptarse como algo habitual”, dijeron los Blackhawks en su comunicado.
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