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El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que su Gobierno no apoya la idea de construir un nuevo gasoducto para bombear gas natural entre la Península Ibérica y el resto de Europa a pesar de la crisis energética del continente.
Durante la guerra en Ucrania, los países de la Unión Europea han luchado por encontrar un terreno común sobre cómo destetar al bloque de su dependencia del gas ruso. España está presionando para construir otro gasoducto más grande hasta Francia, un plan que el canciller alemán Olaf Scholz reiteró su apoyo el miércoles.
Macron dijo antes de una reunión de países europeos el jueves en Praga que los gasoductos existentes entre España y Francia sólo se estaban utilizando entre el 50% y el 60% de su capacidad en este momento.
“¿Qué necesita Europa en los próximos años? Producir más electricidad en su suelo y tener una estrategia (energética) renovable y nuclear,” dijo el líder francés.
El nuevo gasoducto necesitaría entre cinco y ocho años para construirse, dijo Macron, sugiriendo que Francia no quiere estar importando grandes cantidades de gas a largo plazo.
“Creo que nuestra prioridad es más bien conseguir una mayor interconexión eléctrica en Europa, por lo que estoy más a favor de estos proyectos,” dijo.
El mes pasado, el Primer Ministro portugués declaró que las autoridades europeas estaban estudiando la posibilidad de construir un gasoducto de gas natural licuado de España a Italia para sortear la oposición de Francia.
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