Un maestro ha regresado con éxito a los Estados Unidos después de estar atrapado en Libia durante más de seis semanas, después de haber sido detenido en dos ocasiones.
Como CNN informes, Fernando Espinoza aterrizó en el aeropuerto John F. Kennedy de la ciudad de Nueva York el lunes por la tarde, donde fue recibido calurosamente por su madre, Sara Espinoza.
También estuvieron presentes ejecutivos del Centro Richardson, una organización sin fines de lucro que ayudó a acelerar el regreso seguro del joven de 29 años. La organización jugó un papel decisivo en la decisión del ministro de Relaciones Exteriores libio de intervenir personalmente en el caso de Espinosa.
“Obviamente cometí algunos errores, pero muchas otras partes también cometieron varios errores, y todo se incrementó”, dijo Espinoza. CNN desde el coche de camino a su hotel.
“Me siento feliz y agradecido de que haya regresado y de que esto no duró tanto como pudo haber durado”, agregó su madre.
Señala la conclusión de un capítulo preocupante tanto para el hijo como para la madre, ya que estaba detenido en Libia y se transmitía poca información a su familia en los EE. UU.
Espinoza, un ex submarinista de la Marina de los EE. UU., Dijo a los funcionarios libios que no había recibido su primera dosis de la vacuna Covid-19 a su llegada. Según el ministro de Relaciones Exteriores del estado, Murad Hamaima, el maestro no podía ser deportado hasta que estuviera completamente vacunado, y posteriormente se le administró la vacuna.
El estadounidense finalmente volaría de regreso a JFK el lunes por la mañana, pasando por El Cairo, pero solo después de mostrar una prueba de una prueba de PCR negativa. Espinoza llegó inicialmente a Libia a principios de octubre, donde estaba listo para comenzar un nuevo trabajo enseñando inglés en una escuela internacional en Trípoli.
Sin embargo, los mensajes enviados a su madre muestran que pronto fue detenido después de hacer un viaje de fin de semana al oasis de Gaberoun. Tras su liberación, fue arrestado una vez más cuando regresó a su hogar temporal de Trípoli, esta vez por “violar la limitación de su visa”. según CNN.
Esto llevó a una carrera contrarreloj para que Espinoza intentara asegurar la liberación de su hijo, antes de unas elecciones presidenciales potencialmente desestabilizadoras en Libia. Como quiso el destino, el aplazamiento de dicha elección hasta enero, junto con la intervención del Centro Richardson (que ayudó a negociar su liberación), conspiró para resolver la situación antes de fin de año.
El Centro Richardson emitió una advertencia a raíz de la detención de Espinoza, que creen que muestra cuán vital es para los viajeros conocer las leyes y condiciones locales.
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