New York Times se espera que la periodista Maggie Haberman publique información condenatoria sobre la relación del ex presidente Donald Trump con el líder norcoreano Kim Jong-un, en su nuevo libro Confidence Man -pero ha sido criticada por guardar las explosivas revelaciones para su proyecto personal.
La Sra. Haberman, que ha tenido acceso a la Casa Blanca y al círculo íntimo del Sr. Trump durante años, a través de su trabajo como corresponsal de la Casa Blanca para The New York Times y analista política de la CNN, afirma en su nuevo libro que el personal de la Casa Blanca de Trump descubrió varias veces papeles que bloqueaban el baño del presidente. La suposición del personal era que el señor Trump rompía los papeles oficiales y los tiraba por el retrete.
El ex presidente ha desestimado, como era de esperar, la historia como “noticias falsas”.
“Además, otra historia falsa, la de que tiré papeles y documentos por el retrete de la Casa Blanca, es categóricamente falsa y simplemente inventada por un reportero para conseguir publicidad para un libro mayormente ficticio”, dijo en un comunicado.
Mientras tanto, la Sra. Haberman también ha recibido la ira – no por publicar la información, sino por hacerlo tan tarde.
“He trabajado en cinco periódicos en mi carrera. En cada uno de ellos nuestra primera y única responsabilidad era con nuestros lectores, NO con los reporteros que se sentaban en las historias y escribían libros para servirse a sí mismos”, dijo D. Earl Stephens, el editor jefe de la publicación de noticias militares Stars and Stripes en Twitter.
“Ya estoy harto de Maggie Haberman, del NYT y de todos estos malditos libros”.
La activista y escritora Amy Siskin escribió: “Los reporteros del NYT y de otros medios que dan vueltas para proteger a Maggie Haberman, y que ridiculizan abiertamente las acusaciones de lo que claramente parece ser un comportamiento poco ético, es la razón por la que las prácticas periodísticas no mejoran y la confianza en el periodismo está en gran medida en el sótano.”
“Maggie Haberman es la imagen de lo que está mal en el periodismo moderno. El beneficio por encima de la profesión”, dijo otro usuario de Twitter.
“Sí, felicidades a ella por sentarse en una historia sobre el presidente en funciones destruyendo documentos clasificados sólo para que le paguen”, escribió otro.
“No tengo ningún problema con los funcionarios del gobierno, los periodistas o cualquier persona del gobierno, los medios de comunicación o cualquier otra agencia que decida hacer un libro después de su carrera. Con lo que sí tengo un problema es con gente como Maggie Haberman, Jon Bolton y otros que eligen el beneficio por encima de la democracia”, tuiteó David Weissman, escritor de opinión de Occupy Democrats.
“El libro de Maggie Haberman me ha convencido de que una de las mejores cosas que puedes hacer por el periodismo, aparte de suscribirte a publicaciones locales y fiables, es negarte a comprar libros de periodistas políticos que giren en torno a cosas que aprendieron en la calle, sobre todo si no se informan”, dijo otro usuario.
Un comité del Congreso estadounidense ha comenzado a investigar el manejo de documentos oficiales por parte de Trump después de que 15 cajas de registros fueran transferidas desde su complejo turístico de Florida a una agencia federal. Los documentos “parecen haber sido retirados de la Casa Blanca en violación de la Ley de Registros Presidenciales”, dijo Carolyn Maloney, presidenta del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.
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