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En un giro inesperado, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, y el senador Joe Manchin anunciaron el miércoles que habían llegado a un amplio acuerdo que les había sido esquivo durante meses en materia de sanidad, energía y clima, impuestos a las rentas más altas y a las empresas y recorte de la deuda federal.
Durante meses, la oposición de Manchin había bloqueado un acuerdo de mayor envergadura buscado por el presidente Joe Biden y otros demócratas, en parte por considerar que alimentaría la inflación en lugar de combatirla.
En un abrupto anuncio, él y su compañero demócrata Schumer dijeron que la medida recaudaría 739.000 millones de dólares en 10 años en ingresos, la mayor parte proveniente de un impuesto mínimo corporativo del 15%.
Se gastarían 369.000 millones de dólares en iniciativas energéticas y climáticas y 64.000 millones de dólares para ampliar los subsidios federales que expiran para las personas que compran seguros de salud. Esto dejaría más de 300.000 millones de dólares para reducir el déficit federal durante la década.
El Senado considerará el amplio paquete la próxima semana, dijeron Schumer, demócrata de Nueva York, y Manchin, demócrata de Virginia Occidental, que habían negociado durante meses y parecían estar estancados en todo lo que no fuera una medida mucho más pequeña.
El anuncio presentó repentinamente al presidente Joe Biden y a los demócratas con la perspectiva de impulsar un logro importante en el Congreso en el período previo a las elecciones legislativas de noviembre, en las que los republicanos han parecido fuertemente posicionados para capturar el control de la Cámara y posiblemente también la mayoría del Senado.
De forma reveladora, los demócratas llamaban a la medida “Ley de Reducción de la Inflación de 2022”. Las encuestas muestran que la inflación, encarnada por los precios de la gasolina que superaron los 5 dólares por galón antes de amainar, ha sido la principal preocupación de los votantes. Durante meses, la oposición de Manchin a los paquetes propuestos, más grandes, se ha basado en parte en su preocupación de que alimentaría la inflación.
La resistencia de Manchin había desbaratado durante mucho tiempo una amplia legislación sobre los temas de la propuesta.
Manchin, uno de los demócratas más conservadores del Congreso, dijo la semana pasada que sólo aceptaría una legislación mucho más limitada para frenar los costes de los medicamentos recetados y ampliar los subsidios federales para los costes de la atención sanitaria.
Dijo que estaba abierto a considerar un compromiso más amplio en materia de medio ambiente e impuestos después de que el Congreso volviera de un receso de verano en septiembre, una oferta que muchos demócratas consideraron dudosa.
No hubo una explicación inmediata de por qué Manchin había aceptado de repente el paquete más amplio. En diciembre, su resistencia hizo descarrilar un amplio proyecto de ley social y medioambiental de 3,5 billones de dólares y 10 años de duración que era la principal prioridad nacional de Biden.
En su declaración, Manchin dijo que la nueva medida “dedicaría cientos de miles de millones de dólares a la reducción del déficit mediante la adopción de una política fiscal que proteja a las pequeñas empresas y a los estadounidenses de clase trabajadora, al tiempo que garantice que las grandes corporaciones y los ultra ricos paguen su parte justa en impuestos.”
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