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Más de 100 republicanos que ganaron sus elecciones primarias de 2022 han apoyado y amplificado la afirmación infundada de Donald Trump de que le robaron las elecciones presidenciales de 2020, una afirmación fraudulenta que alimentó los disturbios en el Capitolio de EE.UU. y es fundamental para una investigación del comité de la Cámara de Representantes sobre el ataque.
Un análisis de The Washington Postque revisa el campo de candidatos en las carreras de este año hasta las primarias del 7 de junio, ha encontrado hasta ahora que los votantes eligieron a siete candidatos para el Senado de los Estados Unidos, 82 candidatos para la Cámara de Representantes, cinco para gobernador, cuatro para fiscal general del estado y uno para secretario de estado que han negado públicamente o cuestionado directamente el resultado de las elecciones de 2020.
En total, los votantes han elegido a 149 candidatos a cargos estatales y al Congreso que han repetido las afirmaciones del expresidente o han hecho campaña con plataformas que promueven la “integridad electoral” y restauran la “confianza de los votantes” que el propio señor Trump socavó, ampliando una estrategia a nivel nacional en las legislaturas estatales dominadas por el Partido Republicano para restringir el acceso a las papeletas y hacer retroceder los derechos de voto.
Candidatos ganadores identificados por The Washington Post que se adhieren a las afirmaciones del Sr. Trump han puesto en duda la victoria de Joe Biden, han apoyado las “auditorías” postelectorales impulsadas por los partidos en los estados en los que ganó el Sr. Biden, se han adherido a una demanda para anular los resultados o han restado importancia o han tratado de cambiar la narrativa del ataque del 6 de enero.
Muchos candidatos han apoyado explícitamente el uso de su cargo, si son elegidos, para subvertir el resultado de las elecciones.
Uno de esos candidatos, Doug Mastriano, elegido por Trump para gobernador de Pensilvania, tendría la autoridad para nombrar directamente al secretario de Estado, que supervisa la administración electoral y debe firmar los resultados de las elecciones antes de que se certifiquen, lo que podría provocar el caos en el estado si esa persona designada rechaza el resultado.
El Sr. Mastriano también estuvo en el Capitolio estadounidense el 6 de enero. Organizó una flota de autobuses para ir a Washington DC ese día, según los recibos que su campaña proporcionó al comité selecto de la Cámara de Representantes. Las imágenes de vídeo de los disturbios parecen mostrarle cerca de las barricadas de la policía mientras los alborotadores las derribaban. Dijo que abandonó el asalto cuando determinó que “ya no era una protesta pacífica”.
Las elecciones de mitad de período de este año han dejado entrever el poder de permanencia de la narrativa de las “elecciones robadas” y la persistente influencia del señor Trump, que trató de socavar el resultado de las elecciones y desacreditar los resultados antes de que se emitiera una sola papeleta, a pesar de la falta de pruebas y el testimonio de miembros de su propio círculo íntimo de que sus afirmaciones eran falsas.
Los candidatos y los legisladores republicanos también han abrazado la espuria “teoría de la legislatura estatal independiente” que permitiría a las legislaturas estatales controladas por los republicanos determinar qué electores presidenciales envía el estado a Washington para certificar los resultados en las elecciones presidenciales.
Los funcionarios del GOP podrían “invocar la teoría como pretexto para negarse a certificar los resultados de una elección presidencial y, en su lugar, seleccionar su propia lista de electores”, creando un “escenario de pesadilla” que refleja los planes propuestos por los aliados del Sr. Trump tras su pérdida electoral, según el Centro Brennan para la Justicia de la Universidad de Nueva York.
Un análisis de States United Action ha descubierto que los candidatos que niegan las elecciones se presentan en los tres principales puestos estatales de seis estados, a fecha de 6 de junio.
Al menos 35 se presentan a gobernador en 20 estados, al menos 23 se presentan a secretario de estado en 17 estados y al menos 15 se presentan a fiscal general en 13 estados.
En el último año, los legisladores estatales republicanos han presentado docenas de proyectos de ley para cambiar las reglas de administración de las elecciones y despojar de supervisión a los funcionarios electorales, esfuerzos que los defensores de los demócratas han advertido que podrían invitar a investigaciones de fraude falsas o tratar de anular los resultados por completo.
Las legislaturas estatales de 33 estados introdujeron al menos 229 medidas de este tipo en 2022, según un informe actualizado sobre el estado de los esfuerzos antidemocráticos de States United Democracy Center, Protect Democracy y Law Forward.
Desde que las organizaciones comenzaron a rastrear los llamados proyectos de ley de “subversión electoral” tras las elecciones de 2020 y el ataque al Capitolio alimentado por la narrativa de las “elecciones robadas”, se han promulgado o adoptado 50.
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