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Los médicos y enfermeras en la República Checa que estén infectados con Covid-19 podrán seguir trabajando, dijo el viernes el Ministerio de Salud.
La regla se aplicará a todos los trabajadores esenciales de la salud y al personal de servicios sociales que den positivo pero no muestren síntomas.
El plan es menos ambicioso que lo señalado anteriormente por el gobierno, que había dicho que estaba considerando incluir a los servicios de emergencia, la policía y los trabajadores de la industria energética en los términos.
La medida de la República Checa fue la última relajación de las restricciones en Europa, donde los países están buscando formas de mantener los servicios en funcionamiento a medida que la variante Omicron genera un aumento de casos, pero con consecuencias menos dañinas para los infectados.
Vlastimil Valek, el ministro de salud, dijo que el gobierno esperaba manejar las nuevas infecciones, que ya ha elevado los nuevos casos diarios en los últimos días a más de 10.000.
Aquellos que estén infectados pero que deban seguir trabajando solo podrán ir de casa al lugar de trabajo y viceversa.
Valek dijo que usarán máscaras faciales y comerán en habitaciones separadas, y agregó que solo esperaba que unos pocos cientos de trabajadores calificaran bajo las nuevas reglas, que se aplicarían solo cuando la situación lo requiriera.
“Las medidas se establecerán de manera que haya cero riesgo de infectar al colectivo de trabajo”, dijo.
El gobierno ya ordenó pruebas en las escuelas y, a partir del lunes, los trabajadores deberán realizar pruebas dos veces por semana.
Valek predijo que el número de casos diarios crecería a 20.000 a principios de la próxima semana y posiblemente a 50.000 al final de la semana, superando con creces el récord de casi 28.000 establecido el 25 de noviembre.
El número de personas en los hospitales con el virus ha disminuido, a 1.912 a partir del jueves, según datos del Ministerio de Salud.
Valek reiteró que la estrategia del gobierno era frenar la propagación de Omicron entre la población y evitar abrumar a los hospitales.
Las nuevas infecciones en la República Checa habían disminuido desde un máximo histórico a fines de noviembre, pero comenzaron a aumentar nuevamente la semana pasada. Omicron es ahora la variante dominante en el país.
La República Checa ha reportado casi 2,6 millones de casos hasta el momento, una cifra enorme para un país de alrededor de 10,7 millones de habitantes.
Tiene una de las peores tasas de muertes per cápita, con 36.799 en total.
Información adicional de Reuters
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