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Cerca de 500.000 personas de Sidney y sus zonas limítrofes han recibido la orden de evacuar o han recibido avisos por las lluvias torrenciales que han azotado la costa este de Australia, causando la muerte de al menos 14 personas en el vecino estado de Queensland, que se ha enfrentado a una de las peores situaciones de inundación de los últimos tiempos.
Un incesante aguacero de una semana de duración ha desbordado ríos y embalses en la ciudad más poblada del país, lo que ha obligado a las autoridades a emitir una “advertencia meteorológica severa” que fue posteriormente anulada el jueves.
El aguacero ha sido descrito como un “evento único en el siglo” para el país y su peor desastre en más de una década.
La costa este del país se ha visto azotada por un sistema meteorológico severo que ha dejado incomunicadas a ciudades enteras y ha sumergido a cientos de hogares y granjas a medida que avanzaba hacia Nueva Gales del Sur desde Queensland.
Se han emitido órdenes de evacuación para 200.000 residentes de Sidney, mientras que se han enviado avisos de evacuación a otros 300.000, según el servicio estatal de emergencias.
“Creemos que las cosas empeorarán antes de mejorar en el estado”, dijo a la prensa el primer ministro de Nueva Gales del Sur, Dominic Perrottet.
Aunque Sídney esquivó la “bomba de lluvia” el jueves, ya que la mayor parte de las precipitaciones se registraron en zonas del norte y el sur de la ciudad, las autoridades dijeron que seguía existiendo la posibilidad de que se produjeran inundaciones en la periferia de la ciudad.
El nivel del agua en la cercana ciudad de Windsor subió 12,2 metros, mientras que Wisemans Ferry, a poco más de 60 km al norte de Windsor, se preparaba para las lluvias, informaron los medios locales.
Las aguas de las inundaciones también subieron en Brisbane, donde al menos ocho personas murieron antes debido a las fuertes tormentas eléctricas, mientras que el granizo de casi 5 cm de ancho golpeó la ciudad de Inglewood.
John Cawcutt, comisionado adjunto de los servicios de emergencia e incendios de Queensland, dijo que cientos de personas habían llamado desde Brisbane, buscando ayuda después de que una inundación repentina golpeara la ciudad.
“Tenemos fuertes vientos y, por supuesto, tenemos la posibilidad de una inundación repentina debido a la tierra ya empapada por ahí”, dijo el Sr. Cawcutt a la televisión Nine Network.
Añadió: “Debido a la saturación, los arroyos están subiendo muy, muy rápidamente – desagües, áreas de aguas pluviales, el agua está burbujeando desde el subsuelo por lo que es en todo Brisbane.”
El gobierno federal anunció que proporcionaría más medidas de apoyo a las inundaciones para Nueva Gales del Sur y dijo que estaba finalizando la ayuda financiera a Queensland.
El gobierno también había solicitado una propuesta de proyectos a Queensland para ayudar a la recuperación tras las inundaciones, dijo el primer ministro Scott Morrison.
“Estaremos allí para ayudar a los agricultores, a las pequeñas empresas y a todas las comunidades de Nueva Gales del Sur a recuperarse lo antes posible cuando las aguas de las inundaciones retrocedan”, dijo en un comunicado.
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