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Los demócratas intentan demostrar unidad con la visita del presidente Joe Biden al Senado el jueves, incluso cuando los líderes reconocen que no pueden hacer mucho.
El Senado, liderado por los demócratas, ha estado en gran medida inmovilizado este año, ya que la nueva Cámara republicana ha mostrado poco apetito por el compromiso, una serie de demócratas del Senado han estado ausentes debido a problemas de salud y algunos senadores moderados que se enfrentan a la reelección el próximo año están votando con los republicanos. Aunque el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, ganó un codiciado escaño extra en las elecciones de noviembre, elevando el margen a 51-49, los demócratas aún no han podido utilizar su mayoría para avanzar en ninguno de sus objetivos políticos.
Schumer se ha centrado repetidamente en los logros demócratas en el último Congreso, ayudado por la Cámara entonces dirigida por los demócratas, en lugar de hacer promesas sobre la sesión actual.
“Si los dos últimos años se centraron en conseguir que nuestra agenda se convirtiera en ley, uno de los focos de nuestro almuerzo será cómo los próximos dos años se centrarán en la aplicación de esa agenda”, dijo Schumer en el pleno del Senado el jueves por la mañana, al anticipar la visita de Biden a su almuerzo.
Las declaraciones de Biden a los demócratas se producen en un momento en el que los republicanos del Senado están consiguiendo avanzar en sus propios objetivos políticos, forzando votaciones sobre normativas de la administración Biden que consideran excesivamente onerosas. El miércoles, el Senado votó en contra de una nueva norma establecida por el Departamento de Trabajo sobre la forma en que los gestores de activos tienen en cuenta el cambio climático y los factores “medioambientales, sociales y de gobernanza” en las inversiones. La próxima semana, se espera que el Senado apruebe otra medida respaldada por el Partido Republicano que anularía los cambios introducidos en el código penal del Distrito de Columbia.
Los republicanos están forzando las votaciones por mayoría simple utilizando la Ley de Revisión del Congreso, que permite al Congreso revocar ciertas normativas que llevan poco tiempo en vigor. Y están consiguiendo cierto apoyo bipartidista. Los senadores demócratas Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Jon Tester, de Montana, ambos candidatos a la reelección el año que viene, votaron a favor de anular las normas del Departamento de Trabajo. Se espera que la medida de Washington obtenga aún más apoyo demócrata la próxima semana.
Esas votaciones son algunas de las únicas medidas políticas que se han considerado este año, ya que Schumer ha sometido a votación una serie de nombramientos judiciales y del poder ejecutivo en lugar de legislación que tiene pocas posibilidades de convertirse en ley.
Los demócratas también han tenido que frenar algunos de los nombramientos más controvertidos, ya que los miembros de la bancada han tenido ausencias prolongadas. El nuevo senador por Pensilvania, John Fetterman, ha estado ausente durante varias semanas debido a una depresión clínica tras sufrir un derrame cerebral el año pasado. La senadora por California Dianne Feinstein se encuentra en su estado natal esta semana para tratar un problema de salud, según su oficina. Y el senador por Pensilvania Bob Casey regresó de una breve ausencia esta semana tras someterse a una operación de cáncer de próstata.
Schumer dijo el lunes que la visita de Biden se centrará en el contraste entre las prioridades políticas de los demócratas y los republicanos de la Cámara – y el dilema que enfrenta el GOP de la Cámara como conservadores insisten en recortes presupuestarios a cambio de elevar el límite de la deuda del país, acción que debe venir este año para evitar un default.
“Hablaremos con el presidente sobre cómo podemos asegurarnos de que los estadounidenses vean ese contraste”, dijo Schumer antes de la visita de Biden.
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