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Miles de residentes de Colorado recibieron órdenes de evacuación durante el fin de semana, ya que los incendios forestales volvieron a arrasar la zona de Boulder, apenas unos meses después de que las llamas destruyeran barrios casi enteros a menos de 20 millas de Denver.
El sábado se ordenó a casi 20.000 personas que abandonaran sus hogares, pero la mayoría de las órdenes se levantaron esa misma noche. En la mañana del domingo, el incendio estaba contenido en un 21% y sólo 1.629 personas seguían bajo orden de evacuación.
El incendio afectaba a 189 acres el domingo por la mañana, según la Oficina de Gestión de Emergencias de Boulder.
No se reportaron heridos ni daños estructurales mientras más de 100 bomberos continuaban conteniendo el incendio, dijo Mike Smith, el comandante de incidentes del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de Boulder.
Él también había estado a cargo cuando el incendio de Marshall devastó la región alrededor de Año Nuevo, pero dijo que los equipos habían aprendido de ese incendio de rápido movimiento – llamando el incidente de este fin de semana y el de enero “dos animales diferentes.”
“Una de las cosas que aprendimos del incendio de Marshall fue cómo escalar rápidamente e integrar múltiples agencias y hacer que trabajen juntas”, dijo. “Y creo que esta vez tuvimos un proceso mucho más fluido”.
“Es un poco de manzanas y naranjas” al comparar los incendios, dijo, “sólo por la velocidad del viento y la ubicación”.
El último incendio se originó cerca del National Center for Atmospheric Research, y el Sr. Smith dijo que las autoridades estaban investigando la causa y la ubicación exacta.
“La intensidad de este incendio, en algunos lugares, fue bastante alta, pero en su mayor parte se trata de un incendio de muy baja intensidad”, dijo.
Dos aviones y un helicóptero continuaron ayudando a los esfuerzos el domingo, dijo, añadiendo que las tripulaciones de toda la gama frontal estaban trabajando para “acorralar” el fuego hacia las rocas y la nieve – ambos activos importantes.
La zona seguía afectada por los incendios forestales que estallaron el 30 de diciembre y ardieron durante dos días, calcinando más de 6.000 acres y destruyendo más de 1.000 edificios.
La causa de ese incendio -el más destructivo de la historia del estado- también sigue siendo objeto de investigación.
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