Las autoridades informaron de que no hubo corneados el viernes durante el segundo encierro de las fiestas de San Fermín en la ciudad española de Pamplona, aunque seis personas fueron trasladadas al hospital con heridas, según informó la Cruz Roja.
El encierro, que duró tres minutos y 10 segundos, produjo algunos momentos espeluznantes, ya que los corredores resbalaron o tropezaron y cayeron mientras los toros cargaban por las estrechas calles del recorrido del evento.
Los toros se dividieron en grupos separados y uno de ellos se quedó detrás del resto, lo que hizo que el recorrido fuera aún más imprevisible para los corredores que intentaban apartarse de su camino. El toro rezagado se negó inicialmente a ser acorralado al final del recorrido.
Uno de los heridos recibió un pisotón en la espalda por parte del toro.
Las heridas más peligrosas en San Fermín son las cornadas, en las que el cuerno de un toro ensarta a un corredor.
Ocho personas fueron corneadas en 2019, las últimas fiestas antes de un parón de dos años por la pandemia del COVID-19. Dieciséis personas han muerto en los encierros de Pamplona desde 1910. La última muerte se produjo en 2009.
El del viernes fue el segundo de los ocho encierros programados. Tras ellos, se bebe, se come y se asiste a actos culturales durante el resto del día.
Los toros que corren cada mañana se matan en los concursos de la tarde con toreros profesionales.
Los festejos increíblemente populares que atraen a decenas de miles de visitantes de todo el mundo.
El festival se hizo mundialmente famoso por la novela de Ernest Hemingway de 1926 “The Sun Also Rises”.
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