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Se ha descubierto una cuarta fuga en los gasoductos “saboteados” del Nord Stream, según han revelado los guardacostas suecos.
Los funcionarios confirmaron la fuga a los medios de comunicación suecos el jueves y dijeron que había un barco en el lugar de la fuga.
Las cuatro fugas se encuentran en aguas internacionales: dos cerca de Suecia y otras dos cerca de Dinamarca.
Aunque ningún funcionario ha culpado públicamente a Rusia de las explosiones, los funcionarios occidentales sospechan que Moscú está detrás del ataque y dicen que las fugas son el resultado de una acción deliberada.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia negó cualquier implicación por parte de Moscú y señaló que las filtraciones se produjeron en zonas controladas por la inteligencia estadounidense.
“Ocurrió en las zonas comerciales y económicas de Dinamarca y Suecia. Son países centrados en la OTAN. Son países que están completamente controlados por los servicios de inteligencia de Estados Unidos”, dijo el jueves la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova.
Los gasoductos Nord Stream atraviesan el Báltico para transportar gas de Rusia a Alemania. Ninguno de los dos gasoductos estaba en funcionamiento, pero ambos estaban llenos de gas.
Se registraron explosiones antes de que se informara de las fugas.
Los sismólogos registraron una primera explosión a primera hora del lunes al sureste de la isla danesa de Bornholm.
Una segunda explosión más fuerte al noreste de la isla esa noche fue equivalente a un terremoto de magnitud 2,3.
La Unión Europea ha advertido de “represalias” contra los responsables de las fugas.
Los incidentes se producen en un contexto de inminente crisis energética europea, con millones de personas luchando por pagar las facturas en aumento, ya que los países que dependían excesivamente del gas ruso buscan suministros alternativos tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú.
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