Los miembros del comité del 6 de enero revelaron más participación en el “Stop the Steal” esfuerzo del llamado “Chamán QAnon” el martes, cuando el panel se centró en los esfuerzos del presidente y su equipo para presionar a los legisladores estatales para anular las elecciones.
Nuevas imágenes publicadas por los legisladores revelaron que el devoto disfrazado de la teoría de la conspiración conocido como el “Chamán QAnon”, alias Jacob Chansley, arizonense de 32 años, estuvo presente un mes antes en la capital del estado de Arizona, donde se unió a una multitud que intentaba presionar a los legisladores estatales para que detuvieran la certificación de la victoria de Joe Biden.
El Sr. Chansley captó previamente la burla y la notoriedad con su participación en el ataque al Congreso, cuando se le vio en vídeo disfrazado gritando “libertad” en el interior del Senado estadounidense.
La multitud, que incluía a miembros de los Proud Boys (Chicos Orgullosos), a los que se ha culpado de instigar a la violencia en numerosas ocasiones, al parecer profería amenazas amenazadoras contra el presidente de la Cámara de Representantes del estado, Rusty Bowers, un republicano que rechazó la petición de Donald Trump de convocar una sesión especial de la legislatura de Arizona para investigar sus falsas acusaciones de fraude.
Bowers fue uno de los testigos que declararon el martes en una audiencia pública del comité del 6 de enero; partidario él mismo de Trump, detalló cómo se negó a tomar medidas que consideraba ilegales a instancias del presidente y su equipo. El republicano de Arizona añadió que presionó repetidamente al equipo de Donald Trump para obtener pruebas de sus descabelladas afirmaciones, pero nunca recibió ninguna.
También declaró que Rudy Giuliani, el principal abogado de Trump en el fraude electoral, llegó a admitirle en una ocasión que “simplemente no tenemos pruebas” para demostrar las afirmaciones de Trump sobre la interferencia generalizada o el fraude.
El Sr. Chansley fue condenado por su participación en los disturbios del 6 de enero a finales del año pasado; actualmente cumple 41 meses de prisión y tres años de libertad supervisada.
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