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Kiev y sus aliados occidentales han acusado a Moscú de intentar crear un pretexto para la guerra tras los informes de bombardeos en la línea del frente en el largo conflicto de Ucrania con los rebeldes prorrusos.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que las fuerzas prorrusas habían bombardeado un jardín de infancia en la región separatista de Donbass, en lo que calificó de “gran provocación”.
Las imágenes de vídeo publicadas por la policía ucraniana mostraban un agujero a través de una pared de ladrillos en una habitación salpicada de escombros y juguetes de los niños.
El ejército ucraniano dijo que ningún niño resultó herido, pero algunos medios de comunicación han informado de que hasta tres adultos sufrieron contusiones.
El Kremlin dijo que Moscú estaba “seriamente preocupado” por los informes de una escalada después de que los separatistas acusaran el jueves a las fuerzas gubernamentales ucranianas de abrir fuego en su territorio cuatro veces en las últimas 24 horas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que Washington creía que había un “riesgo muy alto” de una invasión rusa de Ucrania en los próximos días, y dijo que era probable que Moscú estuviera “comprometido en una operación de falsa bandera para tener una excusa para entrar”.
El primer ministro británico, Boris Johnson, también acusó a Rusia de crear una “operación de falsa bandera” destinada a desprestigiar a Ucrania atacando al preescolar.
“Nos tememos mucho que eso es algo que veremos más en los próximos días”, dijo el señor Johnson.
La OTAN dijo que también le preocupaba que Rusia estuviera tratando de montar un pretexto para un ataque armado contra Ucrania.
“Todavía no hay claridad ni certeza sobre las intenciones rusas”, dijo el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg.
“Tienen suficientes tropas, suficientes capacidades para lanzar una invasión en toda regla de Ucrania con muy poco o ningún tiempo de aviso”, dijo a los periodistas en la sede de la OTAN en Bruselas. “Eso es lo que hace que la situación sea tan peligrosa”.
Moscú niega las acusaciones occidentales de que está planeando invadir a su vecino y dijo esta semana que estaba retirando algunos de los más de 100.000 soldados que ha enviado a la zona.
Los funcionarios del Kremlin y los medios de comunicación rusos han llegado a burlarse de los medios de comunicación occidentales por pronosticar incorrectamente el día en que Ucrania sería invadida.
Sin embargo, EE.UU. y la OTAN han dicho que Moscú no está desescalando sino aumentando su presencia de tropas en la frontera.
Además, Maxar Technologies, una empresa privada estadounidense que ha estado siguiendo la acumulación de tropas, dijo que las imágenes de satélite mostraban que, aunque Rusia ha retirado algunos equipos militares de las proximidades de Ucrania, han llegado otros.
El portavoz ruso, Dmitry Peskov, dijo que Moscú ya había advertido que la concentración de fuerzas ucranianas adicionales cerca de la línea del frente del Donbass creaba un riesgo de provocaciones. Kiev ha negado haber concentrado tropas adicionales en la zona.
La autoproclamada República Popular de Luhansk, una de las dos regiones rebeldes, dijo que las fuerzas ucranianas habían utilizado morteros, lanzagranadas y una ametralladora en cuatro incidentes separados el jueves.
“Las fuerzas armadas de Ucrania han violado burdamente el régimen de alto el fuego, utilizando armas pesadas, que, según los acuerdos de Minsk, deben ser retiradas”, dijeron los separatistas prorrusos en un comunicado.
Refiriéndose a los rebeldes, los militares ucranianos dijeron: “Con especial cinismo, las tropas de ocupación rusas bombardearon el pueblo de Stanytsa Lugansk en la región de Luhansk. Como resultado del uso de armas de artillería pesada por parte de los terroristas, los proyectiles alcanzaron el edificio del jardín de infancia. Según los datos preliminares, dos civiles recibieron el impacto de los proyectiles”.
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