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Un republicano que fue respaldado por Donald Trump en el último minuto se impuso el martes en una segunda vuelta para el Senado de Alabama. Pero en la vecina Georgia, la racha perdedora del expresidente se profundizó.
Mientras tanto, la moderada alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, ganó las primarias demócratas, ofreciendo una nueva advertencia a los progresistas.
Conclusiones de la última ronda de elecciones primarias de mitad de mandato:
LA LEALTAD CORRE POR UN CAMINO
A lo largo de su vida en los negocios, el entretenimiento y, finalmente, la política, Trump exigió lealtad a quienes le rodeaban. Y a lo largo de las décadas, ha demostrado repetidamente que está menos dispuesto a devolver el favor.
El representante Mo Brooks, uno de los más ardientes defensores del expresidente en el Congreso, sintió el aguijón de ese recordatorio el martes, cuando perdió una segunda vuelta por la nominación del Partido Republicano para un escaño en el Senado de Estados Unidos por Alabama. Trump apoyó inicialmente a Brooks, pero anuló ese respaldo después de que la campaña tuviera un comienzo mediocre. Entonces, menos de dos semanas antes de la segunda vuelta, Trump apoyó a Katie Britt, una candidata más orientada hacia el establishment del Partido Republicano, pero cuya victoria parecía más asegurada.
Britt es ahora la favorita prohibitiva en este estado tan rojo para suceder al senador Richard Shelby, para quien trabajó anteriormente.
Su victoria permite a Trump atribuirse el mérito de la victoria, aunque esperara hasta el último minuto para respaldarla. Y refuerza que con Trump, la lealtad a menudo fluye en una sola dirección.
Sobre el papel, Brooks cumplía todos los requisitos que busca Trump. Imploró a los negacionistas de las elecciones en un mitin en Washington antes del ataque al Capitolio de EE.UU. del 6 de enero que “empiecen a quitar nombres y a patear culos” Votó en el Congreso en contra de certificar la victoria del presidente Joe Biden’. Y sigue negando el resultado de las elecciones de 2020.
Pero Brooks también cayó en desgracia de Trump después de que el pasado agosto dijera que era hora de dejar atrás la carrera presidencial de 2020 y centrarse en las próximas elecciones. Trump apuntó a esos comentarios para acusar a Brooks de ser “woke”, una etiqueta peligrosa en los círculos conservadores.
Al centrarse en aumentar su lista de victorias, Trump se alineó en última instancia con un candidato que, aunque profundamente conservador, está respaldado por el establishment del Partido Republicano contra el que el ex presidente ha arremetido durante años. La ironía no pasó desapercibida para Brooks, alguien tan dedicado a la agenda de Trump que se ha autodenominado “MAGA Mo.”
“Estamos enviando a Washington, D.C., exactamente lo contrario de lo que necesitamos en el Senado de Estados Unidos. Pero los votantes han hablado”, dijo en un discurso de concesión. “Puede que no hayan hablado con sabiduría”.
TRUMP CAYÓ EN GEORGIA
Trump extendió su racha perdedora en Georgia el martes, después de que dos candidatos a la Cámara de Representantes de Estados Unidos que él respaldó fueron derrotados en elecciones primarias de segunda vuelta que representaron una continuación de la paliza que recibió en el estado el mes pasado.
Vernon Jones, un ex demócrata liberal convertido en guerrero de MAGA, fue aplastado por el propietario de una empresa de camiones Mike Collins, mientras que Jake Evans también perdió de manera dramática ante el médico de urgencias Rich McCormick.
Georgia ha sido una fijación de Trump desde que perdió las elecciones de 2020 y montó una campaña de presión para conseguir que los líderes republicanos del estado anularan los resultados. Cuando rechazaron sus esfuerzos, los intereses de Trump cambiaron hacia la retribución. Reclutó candidatos para desafiar al gobernador republicano Brian Kemp, así como al secretario de Estado del Partido Republicano, Brad Raffensperger, el principal funcionario electoral de Georgia. Ambos se impusieron.
La intromisión de Trump llegó hasta el punto de pedir a Jones, que inicialmente se presentó como candidato a gobernador, que se hiciera a un lado en favor del candidato que él había elegido, el ex senador David Perdue, al tiempo que ofrecía su apoyo a Jones si en su lugar se presentaba para un escaño en la Cámara de Representantes.
Jones, ex ejecutivo del condado de DeKalb, aceptó la oferta y se autoproclamó el “Donald Trump negro”, al tiempo que desafiaba a sus oponentes: “¡Adelante, mentirosos!”
Pero el bagaje de Jones, que fue acusado de violar a una mujer en 2004, se convirtió en un lastre durante la campaña. La mujer retiró los cargos contra Jones, pero nunca se retractó. Jones dijo que el encuentro sexual fue consentido. Pero Collins, cuyo difunto padre representó a Georgia en la Cámara de Representantes de EE.UU. en la década de 1990, repartió silbatos de violación para mantener fresca la acusación.
Mientras tanto, en la otra segunda vuelta del área de Atlanta, McCormick, el médico, venció fácilmente a Jake Evans, respaldado por Trump. El nombre de McCormick ya era bien conocido por muchos en el distrito después de perder por un estrecho margen una carrera de alto perfil a la Cámara en 2020 contra la demócrata Carolyn Bourdeaux. Fue respaldado por el influyente grupo conservador Club For Growth.
ADVERTENCIA PARA LOS PROGRESISTAS
En Washington, Bowser se defendió de un rival progresista en las primarias demócratas de la ciudad, superando una dura campaña primaria que se centró en el aumento de la delincuencia.
Su victoria le garantiza prácticamente un tercer mandato consecutivo como alcaldesa de esta ciudad fuertemente demócrata. Los resultados también podrían interpretarse como la última advertencia a los progresistas de que los votantes de la propia base del partido desconfían de sus políticas de justicia penal en un momento de creciente ansiedad por la seguridad pública
Bowser derrotó al concejal general Robert White, que criticó duramente su respuesta a la espiral de delitos violentos, y al concejal Trayon White, que representa al Distrito 8, la zona más pobre y con mayor índice de delincuencia del distrito.
Las primarias se desarrollaron en un momento en que muchas ciudades progresistas se debaten sobre cómo hacer frente a la delincuencia.
Para los ciudadanos de la capital de la nación, gran parte de esto ha sucedido bajo el mandato de Bowser. Los homicidios han aumentado durante cuatro años. El recuento de asesinatos de 2021, 227, fue la marca más alta desde 2003. Y en enero, un candidato al Consejo de Washington, Nate Fleming, fue secuestrado a punta de pistola.
Pero Bowser, una moderada, adoptó un enfoque pragmático que puede haberla ayudado el martes.
Bowser apoyó en gran medida a su departamento de policía en un momento en el que los activistas pedían que se desfinanciara a la policía, librando batallas públicas con el Consejo de Washington sobre el presupuesto policial. Sustituyó discretamente a un jefe de policía blanco de edad avanzada por un sucesor negro más joven. También impulsó la financiación para contratar a cientos de agentes más en la próxima década.
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