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Las temperaturas en Francia se han disparado hasta los 30 grados, mientras el país se enfrenta a su tercera ola de calor del año.
El miércoles, el mercurio alcanzará los 40 grados cerca de la ciudad de Toulouse, mientras que en el centro y el sur de Francia se prevén máximas de 38 grados. En total, unos 27 departamentos han recibido una alerta meteorológica “naranja” debido al calor.
Las autoridades de París advirtieron a los residentes en un tuit que fueran “extremadamente cuidadosos” y que se mantuvieran alejados del sol cuando fuera posible.
La prefectura de Île-de-France también pidió a los ciudadanos que redujeran el consumo de agua, ya que la ciudad está sufriendo una “importante racha de sequía”.
A partir del viernes, las temperaturas descenderán significativamente en el norte de Francia y se situarán por debajo de los 30C, pero en algunas zonas del sur se mantendrán cerca de los 35C.
La actual ola de calor, que probablemente alcanzará su punto álgido el miércoles, debería ser más corta que la ola de calor de 14 días experimentada el mes pasado, según Meteo France, la agencia meteorológica del país.
Además de las sofocantes temperaturas, el país ha tenido que hacer frente a enormes incendios forestales, con decenas de miles de personas obligadas a abandonar sus hogares en julio, uno de los meses más secos jamás registrados en Francia.
“Los grandes incendios se están acelerando”, dijo el presidente Emmanuel Macron el mes pasado, afirmando que el cambio climático los había hecho más comunes.
Con las tres olas de calor de este año, ya son 46 las que se han producido en Francia desde 1947, y el fenómeno se ha hecho mucho más frecuente en las últimas décadas. En los últimos 35 años, el país ha visto tres veces más olas de calor que en los 35 anteriores, dijo Meteo France.
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