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Polonia quiere suministrar armas a la vecina Ucrania, dijo el lunes el jefe de la Oficina de Seguridad Nacional, Pawel Soloch, mientras siguen aumentando las tensiones entre Rusia y Occidente.
“Se tomó la decisión de suministrar a la parte ucraniana municiones defensivas”, dijo Soloch a los periodistas en una conferencia de prensa en Varsovia. “La oferta se hizo a la parte ucraniana, estamos esperando una respuesta”.
Varias decenas de miles de municiones y ayuda humanitaria podrían ser entregadas “en cuestión de días”, dijo, mientras Rusia sigue acumulando tropas cerca de su frontera con Ucrania.
El anuncio se produjo después de que el ministro polaco de Asuntos Exteriores, Zbigniew Rau, advirtiera de una posible concentración militar rusa en la vecina Bielorrusia.
“Estamos al tanto de los ejercicios planeados por las tropas bielorrusas y rusas en febrero”, dijo Rau durante una visita de un día a la capital estonia, Tallin, donde se reunió con los líderes del país para discutir la seguridad regional.
“Incluso estamos observando algunas tendencias que pueden indicar que nos enfrentaremos a una acumulación militar rusa en Bielorrusia en el futuro”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores.
Los comentarios de Rau arrojaron una nueva luz sobre la ansiedad de Varsovia tras los meses de acumulación militar en su patio trasero.
En noviembre, se enviaron paracaidistas rusos a la frontera entre Bielorrusia y Polonia, seguidos por un lote más reciente de soldados hace dos semanas. Las imágenes publicadas en Twitter el lunes mostraban supuestos vehículos militares rusos en la carretera hacia Bielorrusia.
Según el Kremlin, los despliegues forman parte de un simulacro militar conjunto previsto para febrero, y no son el preludio de una guerra. Pero los líderes regionales han reaccionado con escepticismo y alarma.
Los líderes occidentales han advertido de una invasión rusa a gran escala de Ucrania, y el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Rau, dijo a principios de este mes que el riesgo de guerra “era mayor que nunca antes en los últimos 30 años”.
Además del despliegue militar ruso en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, otros 100.000 soldados están estacionados en la frontera con Ucrania, ya que el presidente Vladimir Putin exige que se impida una nueva expansión de la OTAN y que ésta se retire a las posiciones anteriores a 1997.
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