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El presidente Joe Biden puede agradecer al líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, el buen camino hacia la confirmación de su primer Tribunal Supremo que probablemente verá en las próximas semanas.
Mientras que el líder senatorial del GOP ha criticado a Ketanji Brown Jackson por ser supuestamente suave con el crimen y una victoria para la extrema izquierda, es debido a las propias acciones del Sr. McConnell durante la administración de Trump que ella todavía probablemente será confirmada.
En 2017, el Sr. McConnell hizo su movimiento como líder del Senado para invocar la llamada “opción nuclear”: una opción que eliminó el umbral de la mayoría de 60 votos necesarios para que un candidato a la Corte Suprema sea confirmado.
Las nominaciones proceden ahora con una simple mayoría de 51 votos, y los republicanos utilizaron esa norma para confirmar a tres jueces sobre una base mayoritariamente partidista.
Este año, gracias al estrecho control sobre el Senado que tienen los demócratas (51 votos, contando a la vicepresidenta Kamala Harris), los demócratas pueden alcanzar ese umbral sin el apoyo de un solo senador republicano.
Todavía existe la posibilidad de que haya contratiempos. El presidente Joe Biden tendrá que ganarse el apoyo de dos senadores de su propio partido que han mostrado una inclinación por oponerse a su agenda, Kyrsten Sinema y Joe Manchin, y el presidente también ha indicado que cree que su candidata podrá atraer el apoyo bipartidista. Una votación de línea de partido sobre su confirmación dañaría la imagen de Biden como presidente capaz de trabajar con los republicanos.
Otras cuestiones, como una repentina crisis de salud entre la bancada demócrata, también podrían influir. Esa realidad estuvo muy cerca en las últimas semanas, cuando el senador Ben Ray Luján sufrió un derrame cerebral y estuvo fuera del Senado durante aproximadamente un mes. Incluso un solo miembro incapacitado podría poner en tela de juicio el nombramiento de la Sra. Jackson.
Las audiencias de confirmación de la Sra. Jackson comienzan esta semana; varios senadores republicanos clave, incluido el senador Lindsey Graham, aún no han indicado cuál será su voto, lo que sugiere que la posibilidad de que sea confirmada con apoyo bipartidista sigue viva.
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