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La alta inflación está afectando a las familias estadounidenses, reconoció el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en declaraciones que se pronunciarán en una audiencia en el Congreso el martes, donde seguramente enfrentará preguntas difíciles sobre el tema.
“Sabemos que la alta inflación cobra un precio, particularmente para aquellos que tienen menos capacidad para cubrir los costos más altos de elementos esenciales como alimentos, vivienda y transporte”, dijo Powell en un testimonio preparado que se hizo público el lunes.
El Comité Bancario del Senado llevará a cabo una audiencia sobre la nominación de Powell para un segundo mandato de cuatro años el martes. El presidente Joe Biden anunció la reelección de Powell a finales de noviembre.
La inflación se disparó a los niveles más altos en cuatro décadas, y se espera que el gobierno informe el miércoles que los precios al consumidor aumentaron un 7,1% en los últimos 12 meses, frente al aumento anual del 6,8% de noviembre.
Es probable que la nominación de Powell sea aprobada por el Senado con apoyo bipartidista, pero los miembros del Congreso seguramente interrogarán a Powell sobre si la Fed puede tomar medidas exitosas para controlar la inflación sin desacelerar tanto la economía que caiga en recesión.
Los economistas y exfuncionarios de la Fed plantean cada vez más preocupaciones de que la Fed está atrasada en la inflación. El informe de empleo del viernes pasado, que mostró una fuerte caída en la tasa de desempleo a un saludable 3,9%, y un aumento salarial inesperado, ha avivado esas preocupaciones.
Si bien un menor desempleo y un salario más alto benefician a los trabajadores, esas tendencias pueden potencialmente impulsar el aumento de los precios.
En su última reunión en diciembre, Powell dijo que el banco central está acelerando rápidamente sus esfuerzos para restringir el crédito con el objetivo de controlar la inflación. La Fed dejará de comprar miles de millones de dólares en bonos en marzo, antes de su objetivo previamente anunciado de hacerlo en junio. Esas compras de bonos están destinadas a alentar más préstamos y gastos al reducir las tasas a largo plazo.
Los funcionarios de la Fed ahora esperan subir las tasas de interés a corto plazo tres veces este año, un cambio brusco desde septiembre, cuando estaban divididos para hacerlo una sola vez. Los economistas esperan cada vez más que aumenten las tasas al menos cuatro veces en 2022.
Powell también dijo en sus declaraciones preparadas que el mercado laboral de EE. UU. es “fuerte” y que la economía se “expande a su ritmo más rápido en muchos años”.
Pero también sugirió que la economía ha sufrido algunos daños a más largo plazo por la pandemia.
“Podemos comenzar a ver que es probable que la economía posterior a la pandemia sea diferente en algunos aspectos”, dijo Powell. “La búsqueda de nuestros objetivos deberá tener en cuenta estas diferencias”.
Powell dijo anteriormente que el objetivo inicial de la Fed era devolver la economía y el mercado laboral a los niveles previos a la pandemia, cuando la tasa de desempleo había caído a un mínimo de 50 años del 3,5% y la proporción de estadounidenses que trabajaban o buscaban trabajo era más alto de lo que es ahora.
Pero más recientemente, Powell ha reconocido que es poco probable que muchas de las personas que dejaron de trabajar o buscar trabajo durante la pandemia regresen pronto. Millones de estadounidenses mayores se jubilaron antes de lo que probablemente lo hubieran hecho sin COVID, y muchas personas están renunciando a sus trabajos para evitar infectarse.
Eso ha dejado a las empresas persiguiendo a menos trabajadores para cubrir más de 10 millones de puestos vacantes, casi un récord, y los ha obligado a aumentar rápidamente el salario por hora. El aumento de los salarios podría impulsar un mayor gasto, lo que posiblemente impulsaría los precios al alza.
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