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Vladimir Putin ha sido acusado de “delirio” por la afirmación de que Ucrania está tratando de propagar armas biológicas a través de aves e insectos migratorios.
En una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York, el representante ruso Vasily Nebenzya dijo que Moscú tenía pruebas de que había al menos 30 laboratorios en Ucrania donde se trabajaba en armas biológicas.
Dijo que los presuntos programas contemplaban la propagación de enfermedades mediante el uso de aves, gripe aviar, murciélagos e incluso insectos.
“Les pedimos que piensen en un peligro biológico muy real para la población de los países europeos, que puede resultar de una propagación incontrolada de agentes biológicos desde Ucrania”, dijo Nebenzya.
“Y si hay un escenario así, entonces todos Europa estará cubierta”.
Añadió: “El riesgo de esto es muy real dado los intereses de los grupos nacionalistas radicales en Ucrania están mostrando hacia el trabajo con patógenos peligrosos llevado a cabo junto con el ministerio de defensa de los Estados Unidos.”
Las afirmaciones del ruso fueron ampliamente rechazadas por otras naciones que asistieron a la reunión, pero sobre todo por el representante de Ucrania, Sergiy Kyslytsya.
“Al convocar esta reunión, el Estado agresor se ha disparado en el pie una vez más”, dijo.
Dijo que a Rusia “le importa un bledo la seguridad de sus propios ciudadanos, incluidos los miles de cuerpos en descomposición de sus soldados”.
Afirmó que Ucrania gestiona un sistema sanitario que “cumple plenamente sus obligaciones internacionales y coopera con todas las organizaciones internacionales pertinentes”.
“El resto es su panda de delirios demenciales de Putin y sus secuaces, incluida la Misión rusa ante las Naciones Unidas”, añadió.
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Varias naciones occidentales han denunciado las afirmaciones rusas sobre la supuesta posesión de armas de destrucción masiva por parte de Ucrania, incluidas las armas biológicas, como un posible pretexto o justificación para seguir adelante con su invasión de Ucrania.
La embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, dijo que Rusia estaba cumpliendo con un escenario planteado en el Consejo el mes pasado por el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien había afirmado que Putin “fabricaría acusaciones sobre armas químicas o biológicas para justificar sus propios ataques violentos contra el pueblo ucraniano”.
“La intención detrás de estas mentiras parece clara, y es profundamente preocupante”, dijo.
“Creemos que Rusia podría utilizar agentes químicos o biológicos para asesinatos, como parte de un incidente escenificado o de falsa bandera, o para apoyar operaciones militares tácticas”.
Así las cosas, Rusia había convocado la reunión para pedir al Consejo que abordara sus acusaciones de “actividades biológicas” estadounidenses en Ucrania. Rusia no ha aportado pruebas de la afirmación, y Estados Unidos y Ucrania las han negado.
La jefa de desarme de la ONU, Izumi Nakamitsu, dijo al consejo que estaba al tanto de los informes de los medios de comunicación sobre las acusaciones de programas de armas biológicas y dijo: “Las Naciones Unidas no tienen conocimiento de ningún programa de armas biológicas”.
La embajadora británica ante la ONU, Barbara Woodward, calificó las acusaciones de “absoluto disparate” y dijo que “Rusia se está hundiendo hoy a nuevas profundidades, pero el Consejo no debe dejarse arrastrar por ella”.
Mientras tanto, la oficina de derechos humanos de la ONU dijo haber recibido “informes creíbles” de que las fuerzas rusas estaban utilizando municiones de racimo en Ucrania, incluso en zonas pobladas, lo que está prohibido por el derecho internacional humanitario, dijo la subsecretaria general Rosemary DiCarlo al Consejo de Seguridad.
“Los ataques indiscriminados, incluidos los que utilizan municiones de racimo, que son de naturaleza para golpear objetivos militares y civiles u objetos civiles sin distinción, están prohibidos por el derecho internacional humanitario”, dijo DiCarlo.
“Dirigir ataques contra civiles y objetos civiles, así como los llamados bombardeos de área en ciudades y pueblos, también están prohibidos por el derecho internacional y pueden constituir crímenes de guerra”.
Información adicional de Associated Press
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