Mundo

¿Qué es Nord Stream 2 y cómo puede afectar la crisis de Ucrania?

0

El Nord Stream 2 es un gasoducto de 745 millas que se extiende entre Ust-Luga, cerca de la frontera occidental de Rusia con Estonia, y Greifswald, en el noreste de Alemania, destinado a suministrar gas natural a Europa central a través del Mar Báltico.

La construcción del proyecto finalizó en septiembre de 2021 con un coste de 8.300 millones de libras, pero aún no ha recibido la aprobación reguladora europea necesaria para permitir que su operador, el gigante gasístico estatal ruso Gazprom, abra los grifos.

El gasoducto original de Nord Stream se completó en 2012 y corre en paralelo con su nuevo compañero y también termina en Greifswald, pero tiene un punto de origen diferente: Vyborg, en la costa norte del Golfo de Finlandia.

Nord Stream 2 permitirá a Rusia bombear unos 55.000 millones de metros cúbicos adicionales de gas a Alemania cada año, duplicando su capacidad actual y aumentando su dominio energético regional.

Tal vez lo más significativo, dada la actual crisis diplomática -que ha visto a más de 100.000 soldados y vehículos blindados rusos reunidos a lo largo de la frontera ucraniana, aparentemente preparados para la invasión-, es que los dos gasoductos Nord Stream permiten a Rusia enviar gas hacia el oeste por medios distintos a los que atraviesan directamente el territorio de su vecino, de los que dependía anteriormente y por los que Kiev recibía lucrativas tarifas de tránsito.

Se dice que el presidente ruso Vladimir Putin, un antiguo oficial del KGB, está resentido por la independencia de Ucrania desde el colapso de la Unión Soviética en 1989, en particular por su deseo de asegurarse una mayor protección militar al unirse a la OTAN.

Al igual que su anexión de la península de Crimea en 2014 o el posterior fomento de los separatistas prorrusos en la región oriental de Donbás, el oleoducto podría verse como un nuevo castigo por el rechazo de Kiev a su influencia.

Su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha advertido anteriormente que el proyecto Nord Stream representa un “arma geopolítica peligrosa” y no es el único entre los líderes mundiales que teme que Rusia pueda utilizarlo para ejercer influencia política sobre la UE, amenazando con retener el gas en invierno si no se satisfacen sus caprichos políticos.

Alemania, bajo el mandato de su anterior canciller, Angela Merkel, lleva mucho tiempo tachando de histéricos esos temores de chantaje, insistiendo en que el proyecto es una empresa puramente comercial que le permitirá calentar 26 millones de hogares y contribuir a su transición desde la energía nuclear hacia las renovables.

Sin embargo, dado que Europa ya está sumida en una crisis energética y que Gazprom se ha negado recientemente a reponer sus reservas en el continente en la medida esperada para protegerse de la exposición, la crueldad rusa puede darse por sentada, especialmente si estalla un conflicto armado como se teme.

Mientras que el Reino Unido sólo recibe el 3% de sus importaciones de gas de Rusia, Alemania recibe el 40% y Finlandia el 100%, lo que subraya el poder de las cartas que tiene Moscú, con el banco de inversión estadounidense Stifel advirtiendo esta semana que los precios del gas podrían cuadruplicarse si estalla la guerra.

El sucesor de Merkel, Olaf Scholz, señaló un cambio de rumbo en relación con Nord Stream 2 cuando dijo esta semana: “Todo está en discusión si hay una intervención militar contra Ucrania”.

Su ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, dijo mientras tanto en el Bundestag que los aliados occidentales estaban “trabajando en un fuerte paquete de sanciones… incluyendo Nord Stream” en caso de que fracasaran las conversaciones diplomáticas, y la embajadora alemana en Washington, Emily Haber, tuiteó que “nada estará fuera de la mesa, incluyendo Nord Stream 2” en caso de que Rusia violara la soberanía de Ucrania.

Estados Unidos se opone desde hace tiempo a ambos gasoductos -incluso Donald Trump lo atacó en una díscola cumbre de la OTAN en Bruselas en julio de 2018- y el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, fue más allá al amenazar explícitamente al Kremlin con bloquear el visto bueno reglamentario de la ampliación cuando dijo a NPR: “Quiero ser muy claro: si Rusia invade Ucrania de una manera u otra, Nord Stream 2 no avanzará… Trabajaremos con Alemania para asegurar que no avance”.

El secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, ha dicho igualmente que impedir que se active el gasoducto es “una de las pocas fichas que pueden marcar la diferencia”, ya que Occidente busca urgentemente soluciones diplomáticas para resolver las actuales tensiones que ponen en peligro a Ucrania.

Hasta ahora, Alemania se ha mostrado reacia a comprometer un apoyo militar significativo a Ucrania, a pesar de las presiones de la comunidad internacional para que lo haga.

Sin embargo, tiene otras opciones potenciales para el suministro de gas en caso de que Nord Stream 2 sea bloqueado, incluyendo la toma de entregas de Noruega, los Países Bajos, Gran Bretaña y Dinamarcaen su lugar, por lo que, en teoría, no es necesario mantenerlo.

El gobernador de Colorado dijo que sentó un peligroso precedente al ordenar la reducción de la condena de un camionero

Previous article

El puente derrumbado de Pittsburgh es uno de los 44.000 que se encuentran en mal estado en EEUU

Next article

You may also like

Comments

Comments are closed.

More in Mundo