Qué esperar de la audiencia final del 6 de enero

El comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga el intento de insurrección en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 se reunirá para lo que se espera que sea su audiencia pública final el miércoles 28 de septiembre.

Una vez que el panel concluya sus procedimientos -en los que el equipo bipartidista del demócrata de Mississippi Bennie Thompson ha entrevistado a más de 1.000 personas y examinado 130.000 documentos en el transcurso del último año- se retirará para completar un informe sobre sus conclusiones, que se espera que se publique una vez que hayan concluido las elecciones de mitad de período de noviembre.

Ese dossier detallará con precisión cómo una turba de partidarios de Donald Trump con mentalidad conspirativa llegó a asaltar el complejo legislativo en el corazón de Washington DC, en una protesta equivocada contra el resultado de las elecciones presidenciales de 2020, un día oscuro para la democracia estadounidense en el que murieron cinco personas y cientos resultaron heridas.

Podría incluir una remisión penal contra el señor Trump, aunque el comité ha indicado que esto sólo ocurriría si todos sus miembros estuvieran completamente de acuerdo sobre la necesidad de hacerlo en base a las pruebas acumuladas.

En declaraciones a Jake Tapper de CNN el Estado de la Unión el domingo por la mañana, el miembro del comité y demócrata de California, Adam Schiff, ofreció un adelanto bastante cauteloso de la audiencia del miércoles en el que sólo dijo: “No estamos revelando todavía cuál será el enfoque. Puedo decir que, como esta puede ser la última audiencia de esta naturaleza -es decir, una que se centra en una especie de registro de hechos- creo que será potencialmente más amplia que algunas de las otras audiencias”.

“Pero también será muy temática. Contará la historia sobre un elemento clave del complot de Donald Trump para anular las elecciones. Y el público ciertamente aprenderá cosas que no ha visto antes, pero también entenderá la información que ya tiene en un contexto diferente al ver cómo se relaciona con otros elementos de esta trama.”

El Sr. Thompson había dicho previamente a los periodistas que la audiencia sería la última (“pero no está grabada en piedra porque las cosas suceden”, añadió) y que incorporaría “importantes filmaciones de lo ocurrido”, así como “importantes testimonios de testigos que no hemos utilizado en otras audiencias”.

Tres colaboradores clave que harían de testigos de taquilla el miércoles serían Ginni Thomas, la esposa activista pro-Trump del juez del Tribunal Supremo de EE.UU. Clarence Thomas; el ex estratega jefe de Trump, Steve Bannon; y el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, padrino del populismo republicano.

Sin embargo, aún no está claro si alguno de esos tres participará o en qué forma.

Preguntado sobre la posibilidad de que el Sr. Gingrich aparezca en el programa de la NBC Meet the Press, el miembro del comité y demócrata de Maryland Jamie Raskin respondió: “Lo dudo. Pero creo que hay un acuerdo con Ginni Thomas para venir a hablar y sé que el comité está muy interesado”.

También están en juego las 800.000 páginas de comunicaciones relevantes que el comité ha recibido del Servicio Secreto después de emitir una citación, algunas de las cuales, según se informa, todavía están siendo revisadas, mientras que los mensajes borrados de participantes clave en el motín y la sugerencia de que la centralita de la Casa Blanca podría haberse conectado a uno de los teléfonos de los alborotadores son otras vías de investigación potencialmente fructíferas.

Además del material que podría presentar, la audiencia también será significativa porque marcará la participación final de los dos republicanos en el panel: Liz Cheney y Adam Kinzinger.

La congresista de Wyoming y vicepresidenta del comité perdió su escaño en las elecciones primarias republicanas de agosto frente a Harriet Hageman, una candidata respaldada por el señor Trump, mientras que el señor Kinzinger, un representante de Illinois cada vez más enfrentado al Partido Republicano, se retira.

Las audiencias del comité de la Cámara de Representantes de este verano han tratado repetidamente de ilustrar con el testimonio de los testigos y las pruebas de vídeo que el 45º presidente estuvo activamente involucrado en la orquestación de los acontecimientos de ese día, no simplemente anulando a asesores cercanos como el fiscal general Bill Barr e impulsando su “gran mentira” de que la elección había sido “robada” por una conspiración dirigida por los demócratas a nivel nacional para amañar el resultado para Joe Biden.

Uno de los testigos más memorables fue Cassidy Hutchinson, ex ayudante del vicepresidente Mike Pence, quien declaró que el señor Trump sabía que los miembros de la multitud en la Elipse -que resultó incluir miembros de grupos violentos como los Proud Boys y Oath Keepers, así como fanáticos de QAnon- tenían armas letales sobre su persona y querían que pasaran por los detectores de metales sin ser cuestionados.

También lo describió intentandoarrancar el volante de su limusina de las manos del personal del Servicio Secreto cuando éste insistió en llevarle a su casa, a la Casa Blanca, en lugar de ir hacia el Capitolio para participar en la manifestación.

El comité también escuchó a los asesores legales del Sr. Pence sobre la campaña del Sr. Trump para presionar a su adjunto para que subvirtiera su papel ceremonial en el Senado con el fin de invalidar los resultados, un paso que el vice se negó a dar, ganándose la enemistad de por vida de su antiguo jefe.