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Francia ha visto seis noches consecutivas de violencia y disturbios después de que la policía le disparara a un niño de 17 años durante un control de tráfico en París.
Miles han sido arrestados desde que estallaron los primeros enfrentamientos el martes por la noche en el suburbio parisino de Nanterre y sus alrededores, donde murió Nahel Merzouk.
“Perdí a un hijo de 17 años, se llevaron a mi bebé”, dijo la madre en un video de TikTok.
“Era todavía un niño, necesitaba a su mamá. Esta mañana me dio un beso muy grande y me dijo que me amaba. Le dije que se cuidara y yo lo amaba”.
Según su madre, ambos habían salido juntos de la casa. Mientras él fue a buscar comida para llevar de McDonald’s, ella se fue al trabajo.
“Y luego me dicen que le dispararon a mi hijo, qué puedo hacer”, dijo la mujer desconsolada.
“Solo lo tuve a él. No tuve 10 como él. Era mi vida, mi mejor amigo. Era mi hijo, era mi todo”.
La abuela de la víctima, quien tampoco fue identificada, dijo: “Nunca los perdonaré. Murió mi nieto, mataron a mi nieto. No estamos nada contentos, estoy en contra del gobierno”.
“Mataron a mi nieto, ahora no me importa nadie, me quitaron a mi nieto, nunca en mi vida los perdonaré, nunca, nunca, nunca”.
Un video compartido en las redes sociales mostró a dos policías junto a un automóvil Mercedes AMG, uno de los cuales disparó al conductor adolescente a quemarropa mientras se alejaba.
Murió poco después a causa de sus heridas, dijo el fiscal local.
El adolescente, que era demasiado joven para tener una licencia completa en Francia, conducía ilegalmente, dijo a Reuters una fuente familiarizada con la investigación.
El fiscal de Nanterre dijo que el niño no obedeció las órdenes de los oficiales el martes.
Un abogado de la familia de Nahel, Yassine Bouzrou, dijo que quieren que el oficial de policía sea procesado por asesinato en lugar de homicidio involuntario.
Dijo que presentaría una denuncia adicional por falso testimonio sobre la acusación de que la víctima había intentado atropellar al oficial de policía.
El presidente Macron dijo que el asesinato era “inexplicable e inexcusable” y pidió calma. “Nada justifica la muerte de un joven”, dijo el miércoles a los periodistas en Marsella.
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