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Un tribunal de apelación de Texas ha suspendido temporalmente la ejecución de Ramiro Gonzales, condenado a muerte por secuestrar, violar y matar a una compañera llamada Bridget Townsend en 2001, cuando ambos tenían 18 años.
Gonzales, que ahora tiene 39 años, iba a morir por inyección letal el miércoles antes de que el tribunal interviniera.
El Tribunal de Apelaciones Penales de Texas sostuvo el lunes que Gonzales había hecho una demostración inicial convincente de que un experto que testificó en su audiencia de sentencia dio información “falsa” sobre el grado de peligro futuro que podría representar, una parte clave de la base legal para una sentencia de muerte.
Durante la fase de castigo del juicio, un psiquiatra llamado Edward Gripon afirmó que quienes cometen agresiones sexuales tienen una tasa “extremadamente alta” de reincidencia, de hasta el 80%. Los abogados de Gonzales argumentaron que las revisiones posteriores sugerían que no había ninguna base probatoria para esta cifra.
“Ese falso testimonio podría haber afectado la respuesta del jurado a la pregunta sobre la peligrosidad futura en el castigo”, escribió el tribunal en su decisión.
El tribunal de apelación de Texas devolvió el caso a la instancia de primera instancia para una nueva revisión.
En junio, Gonzales apeló al gobernador de Texas, Greg Abbott que suspendiera la ejecución, para dar tiempo al hombre de 39 años a donar un riñón a un desconocido en lo que sus abogados llamaron “sus esfuerzos por expiar sus crímenes.”
Esta es una noticia de última hora y se actualizará con nueva información.
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