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Los residentes de la capital regional tibetana de Lhasa salieron a las calles el miércoles para protestar contra el estricto cierre de Covid-19 impuesto por las autoridades chinas.
Las imágenes de las protestas que surgieron de la región mostraban a multitudes de tibetanos nativos y migrantes chinos Han manifestándose en las calles de la capital para protestar por el bloqueo que ha durado casi tres meses de acuerdo con la política china de cero Covid.
El estricto bloqueo comenzó en agosto, cuando los casos de Covid empezaron a aumentar en toda China.
Se cree que las manifestaciones del miércoles son las primeras protestas a gran escala en la ciudad desde el levantamiento antigubernamental de 2008. El Tíbet ha estado bajo estrecha vigilancia tras las últimas protestas.
Un vídeo mostraba a cientos de personas reunidas en una calle estrecha, mientras funcionarios con equipos de protección les bloqueaban el paso. Los trabajadores chinos Han migrantes marcharon por las calles exigiendo que se les permitiera volver a casa.
Se puede ver a los agentes de policía pidiendo a la gente que regrese mientras suena un mensaje llamando a la calma en un altavoz. “Todo el mundo, por favor, comprenda nuestro trabajo, váyase a casa y no se agolpe en esta zona”, se oye gritar a un funcionario por un altavoz.
Otro vídeo muestra un enfrentamiento nocturno entre una gran multitud de residentes y la policía en una de las comunidades de viviendas de la capital.
“La gente lleva demasiado tiempo encerrada, la presión psicológica es demasiado para soportarla sin ingresos”, se oyó decir a un hombre en mandarín, según AFP.
“Muchas personas de nuestra comunidad son también emigrantes que vinieron aquí para trabajar y ganar dinero”.
Los manifestantes advirtieron a los funcionarios chinos que “provocarían un incendio” si no se levantaban las restricciones, dijeron fuentes al servicio de noticias financiado por el Departamento de Estado de EE.UU., Radio Free Asia. Los lugareños dijeron que temían que las refriegas entre civiles y policías se volvieran violentas.
Los funcionarios de Lhasa se disculparon el mes pasado por el mal manejo del brote.
Las autoridades de Shigatse, la segunda ciudad más grande del Tíbet, anunciaron la reanudación de la “vida normal y el orden de producción” a partir del viernes.
Los ciudadanos chinos sometidos a un endurecimiento de las restricciones habían acudido antes a las redes sociales para compartir su angustia por la política de Covid del gobierno comunista, cuyo objetivo es frenar la propagación del Covid en cada brote.
China informó el viernes de 1.337 nuevos casos, de los cuales sólo uno confirmado con síntomas y cinco asintomáticos procedentes del Tíbet.
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