Investigadores alemanes han establecido un nuevo récord mundial de eficiencia de células solares utilizando el llamado “material milagroso”, la perovskita.
El equipo de las universidades de Wuppertal, Colonia, Potsdam y Tubinga ha desarrollado una célula solar en tándem con materiales orgánicos y de perovskita, una combinación que esperan que pueda sustituir algún día a las tecnologías basadas en el silicio utilizadas en las células solares convencionales.
El récord de eficiencia que establecieron, del 24%, supuso una mejora del 4% con respecto al anterior récord de la célula en tándem, aunque sigue sin alcanzar el récord de la célula solar de silicio, del 26,7%.
Sin embargo, los nuevos materiales tienen un potencial mucho mayor para mejorar la eficiencia en el futuro, mientras que las células solares de silicio se consideran ahora “lo mejor que se puede hacer”, con un límite intrínseco de alrededor del 29 por ciento.
Los nuevos materiales también tienen la ventaja de requerir mucho menos material y energía para su producción en comparación con las células de silicio, lo que las hace aún más sostenibles.
La perovskita ha sido aclamada por su capacidad de mejorar significativamente todo, desde la producción de energía renovable hasta las comunicaciones de ultra alta velocidad, y el profesor de ciencias de los materiales Z. Valy Vardeny la calificó de “material milagroso” en 2017.
Su capacidad para transformar la industria solar solo ha empezado a hacerse realidad en los últimos años, ya que su eficiencia de conversión de la luz solar en energía ha mejorado desde alrededor del 3% hace solo unos años.
El uso de diferentes materiales semiconductores en la célula solar les permite absorber diferentes rangos del espectro solar, siendo la perovskita adecuada para absorber eficazmente la luz cercana al infrarrojo.
“Para conseguir una eficiencia tan alta, había que minimizar las pérdidas en las interfaces entre los materiales de las células solares”, explica la Dra. Selina Olthof, del Instituto de Química Física de la Universidad de Colonia.
“Para resolver este problema, el grupo de Wuppertal desarrolló una llamada interconexión que acopla la subcelda orgánica y la subcelda de perovskita electrónica y ópticamente”.
Un estudio en el que se detalla el avance, titulado ‘Perovskite/ organic tandem solar cells with indium oxide interconnect’, fue publicado en la revista Nature el miércoles.
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