Los agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que allanaron el lunes la residencia del expresidente Donald Trump en Mar-a-Lago, en Florida, supuestamente también registraron el vestuario de su esposa Melania Trump.
Los agentes del FBI tenían una orden de registro que se centraba únicamente en los archivos presidenciales y en las pruebas de información clasificada que se guardaban en la lujosa residencia del expresidente en Palm Beach (Florida), según el New York Post.
Los agentes del FBI realizaron registros en todas las habitaciones, ya que el personal del ex presidente recibió instrucciones de sus abogados para desbloquear todas las puertas para la agencia.
También se les concedió acceso al dormitorio principal de Versalles, renovado por la señora Trump hace dos años.
La redada, que duró más de nueve horas, peinó las dependencias privadas de la familia Trump, de 3.000 pies cuadrados, así como una oficina y una caja fuerte separadas, y un almacén en el sótano cerrado con llave en el que se guardaban 15 cajas de cartón con material de la Casa Blanca.
El lunes por la noche, al anunciar la redada, el ex presidente arremetió contra los agentes del FBI por haber entrado en su caja fuerte privada.
“Un asalto así sólo podría tener lugar en países rotos del tercer mundo. Lamentablemente, Estados Unidos se ha convertido en uno de esos países, corrupto a un nivel nunca visto”, dijo en un comunicado.
El Sr. Trump también alegó que Joe Biden sabía que la finca Mar-a-Lago del ex presidente iba a ser allanada por el FBI, pero la Casa Blanca ha negado la afirmación.
El registro de este lunes forma parte de la investigación del Departamento de Justicia sobre el manejo de documentos sensibles por parte del expresidente al final de su administración.
Se produce después de que se revelara que los ayudantes de Donald Trump descubrían “regularmente” lo que parecían ser notas o documentos oficiales y los metían en los retretes de la Casa Blanca aparentemente en un intento de destruirlos.
No tiene relación con la investigación separada del DOJ sobre los disturbios del 6 de enero en el Capitolio de los Estados Unidos, una investigación que al parecer también se centra en parte en el ex presidente.
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