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El ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña expresó optimismo el viernes de que hay un “acuerdo por hacer” para resolver una disputa comercial de Irlanda del Norte que ha agriado las relaciones del Reino Unido con la Unión Europea.
La secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss, mostró un tono optimista después de su primera serie de conversaciones con el vicepresidente de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, el principal negociador del Brexit del bloque.
“Hemos tenido conversaciones constructivas con la UE. Ahora vamos a iniciar negociaciones intensivas para trabajar hacia una solución negociada para resolver estos problemas tan reales para la gente de Irlanda del Norte”, dijo Truss a los medios de comunicación.
En una breve declaración conjunta, Truss y Sefcovic dijeron que sus conversaciones habían sido “cordiales” y que acordaron reunirse nuevamente el 24 de enero después de conversaciones “intensificadas” entre sus funcionarios la próxima semana.
Desde que Gran Bretaña abandonó el bloque de 27 naciones en 2020, las relaciones se han deteriorado en Irlanda del Norte, la única parte del Reino Unido que comparte una frontera con un miembro de la UE. Como parte del acuerdo de divorcio, las dos partes acordaron mantener a Irlanda del Norte dentro del mercado único de bienes libre de aranceles de la UE para mantener una frontera abierta en la isla de Irlanda, un pilar clave del proceso de paz de Irlanda del Norte.
Eso creó una nueva frontera aduanera en el Mar de Irlanda para las mercancías que ingresan a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido, aunque sean parte del mismo país.
El acuerdo ha generado problemas burocráticos y de suministro para algunas empresas, y ha enfurecido a los unionistas británicos de Irlanda del Norte, quienes dicen que los controles socavan el lugar de Irlanda del Norte en el Reino Unido y desestabilizan el delicado equilibrio político sobre el que descansa la paz.
Truss fue nombrado el principal negociador de la UE de Gran Bretaña el mes pasado después de que el ministro del Brexit, David Frost, renunciara, citando su desilusión con las políticas del gobierno conservador.
Las negociaciones del Brexit lograron un progreso limitado bajo Frost, percibido por muchos funcionarios de la UE como un intransigente de línea dura. Truss ha adoptado un tono más cálido, aunque se ha adherido a la insistencia de Gran Bretaña de que la UE retire a su tribunal superior de su papel en la resolución de cualquier disputa sobre el acuerdo Brexit, una idea que el bloque rechaza rotundamente.
El Reino Unido está buscando cambios importantes en los arreglos y ha amenazado con utilizar una cláusula de ruptura de emergencia para suspender partes del acuerdo de divorcio Brexit legalmente vinculante si no se encuentra una solución. Eso desencadenaría represalias de la UE y podría convertirse en una guerra comercial entre el Reino Unido y el bloque de 27 naciones.
La UE ha acusado a Gran Bretaña de no responder positivamente a sus “propuestas de gran alcance” para aliviar la carga de las empresas de Irlanda del Norte.
“Creo que hay un trato por hacer. Quiero progresar”, dijo Truss. “Claramente, si no progresamos lo suficiente, tendremos que buscar alternativas, pero mi deseo absoluto es llegar a un acuerdo que funcione para la gente de Irlanda del Norte”.
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