El sospechoso de los asesinatos de Gilgo Beach, Rex Heuermann, compareció ante el tribunal el viernes e insistió en su inocencia.
Heaurmann, de 59 años, fue detenido sin derecho a fianza como lo habían pedido los fiscales, citando sus búsquedas recientes de “materiales sádicos, pornografía infantil, imágenes de las víctimas y sus familiares”. Heuermann está acusado de asesinar a Melissa Barthelemy, Megan Waterman y Amber Costello, todas trabajadoras sexuales veinteañeras que desaparecieron en el área de Long Island antes de que sus cuerpos fueran encontrados durante una investigación separada de personas desaparecidas en 2010.
Según los informes, el arquitecto, casado y padre de dos hijos que vive en Massapequa Park y trabaja en Manhattan, rompió a llorar durante su comparecencia ante el tribunal.
“Acabamos de ser designados en este caso. No hay mucho que pueda decirles amigos en este momento”, dijo su abogado, Michael Brown, a los periodistas, según NBC. “Les diré, amigos, que es de naturaleza extremadamente circunstancial. En términos de hablar con mi cliente, lo único que puedo decirle que dijo, mientras lloraba, fue ‘Yo no hice esto’”.
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