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El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, ha negado las acusaciones de que haya retrasado o interferido en las investigaciones sobre la muerte en 2019 de Ronald Greene, un hombre negro desarmado al que la policía estatal golpeó con una pistola eléctrica, le dio un puñetazo, lo estranguló y lo arrastró boca abajo mientras estaba esposado y encadenado.
En una conferencia de prensa celebrada el 1 de febrero, el gobernador condenó públicamente la actuación de la policía estatal por considerarla racista y “criminal, y rechazó cualquier caracterización de que su administración intentara encubrir su muerte o impedir las investigaciones legislativas sobre el incidente.
“Tenemos que hacer más para identificar eso desde el principio y separar a las personas de sus placas cuando no son dignas de llevarlas, cuando no están comprometidas con el servicio y la protección del público”, dijo. “No puedo imaginar que, si el señor Greene hubiera sido blanco, se le hubiera tratado así”.
Sus comentarios fueron los primeros que hizo sobre el asunto tras un informe de Associated Press publicado a finales del mes pasado, en el que se revelaba que el gobernador recibió mensajes de texto de la policía estatal unas nueve horas después de la muerte de Greene, en los que la policía le informaba de que un hombre anónimo “no respondía” tras un “violento y prolongado forcejeo” después de un accidente de tráfico.
Mientras tanto, la familia de Greene fue informada por la policía estatal de que había muerto por el impacto en un accidente tras una persecución policial, y ni los mensajes al gobernador Edwards ni los informes de la policía estatal sobre su muerte mencionan que fuera golpeado por la policía.
El año pasado, Associated Press obtuvo y publicó un video de una cámara corporal que había sido retenido durante mucho tiempo que mostraba lo que ocurrió exactamente aquella noche, desvelando el posterior encubrimiento y planteando preguntas sobre lo que sabían el entonces Superintendente de la Policía Estatal de Luisiana, Kevin Reeves, y la oficina del gobernador, y cuándo, y hasta qué punto se ocultaron los detalles de la muerte de Greene.
Esas imágenes se publicaron un año después de su muerte, incluso después de que la demanda por homicidio culposo de la familia, presentada en octubre de 2020, llamara la atención sobre el caso.
Nadie ha sido acusado de un delito por la muerte de Greene. La demanda por homicidio culposo y una investigación federal sobre su muerte están pendientes.
El informe de Associated Press sugiere que el gobernador conocía el incidente desde hacía dos años, en medio de un ciclo electoral políticamente volátil, aunque el gobernador sostiene que no conectó que el informe de la policía estatal sobre la muerte de Greene se refería a Greene hasta más de un año después, cuando se le comunicó la demanda por homicidio culposo.
El gobernador dijo que su oficina nunca ha tratado de ocultar o interferir con cualquier investigación sobre la muerte de Greene, y que hacerlo “va más allá de cada onza de mi ser, cada onza de mi carácter y mis principios.”
El gobernador Edwards sostiene que no habló públicamente sobre las imágenes de la muerte de Greene porque el Departamento de Justicia de EE.UU. le dijo que hacerlo podría interrumpir una investigación federal.
“Claramente, cualquiera que haya visto los vídeos verá que el señor Greene no murió en un accidente de coche”, dijo. “El texto inicial que recibí no decía que había muerto en un accidente de coche, y si alguien ha dicho eso, estaba simplemente equivocado.
“Lo que he dicho sistemáticamente es que la causa de la muerte es, obviamente, una parte de la investigación y que los fiscales estatales y federales tienen que tomar la decisión basándose en las pruebas que tienen a su disposición”.
Su conferencia de prensa se produjo momentos después de una acalorada reunión con el Caucus Negro Legislativo del estado, que presionó al gobernador sobre por qué no habló de seguimiento con la policía estatal tras recibir informes de la muerte de una persona bajo su custodia. (La única respuesta del gobernador a ese texto, según los mensajes obtenidos por Associated Press: “Gracias”).
“Un hombre murió bajo custodia. ¿No preguntas su nombre? ¿No preguntas qué pasó? ¿No obtienes datos?”, le preguntó un miembro de la bancada al gobernador, según el audio obtenido por Associated Press.
“No les voy a decir que todo lo que ha pasado con la policía estatal desde que soy gobernador ha sido perfecto”, dijo el gobernador. “Están alegando que he estado personalmente involucrado en estas cosas y no es así”.
También se dice que se ha frustrado con la investigación federal, preguntando si “alguna vez van a salir y tener una acusación”, según el audio de la reunión obtenido por Associated Press.
“Me disculpo con el núcleo de mi alma por no haber hecho los progresos en los últimosaño que esperaba haber hecho y que pensaba que estábamos haciendo con la policía estatal”, dijo. “Estoy más decepcionado conmigo que probablemente ustedes”.
En una declaración del 31 de enero, el fiscal estadounidense Brandon Brown y el agente especial a cargo del FBI Douglas Williams Jr. dijeron que la investigación sobre la muerte de Greene “ha sido exhaustiva y los que llevan a cabo la investigación han seguido todas las pistas creíbles.”
“Si la investigación revela violaciones procesables de cualquier estatuto penal federal, el Departamento tomará las medidas apropiadas”, dijeron.
Los funcionarios también dijeron que los informes “que sugieren que el FBI ha interrogado a personas sobre el conocimiento de ciertos hechos por parte del gobernador John Bel Edwards son inexactos”, contrariamente a la información de Associated Press.
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