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San Cristóbal y Nieves se ha convertido en la última nación caribeña en indicar que quiere separarse de la monarquía británica y convertirse en una república, justo cuando el Príncipe Eduardo y su esposa Sofía terminan una gira por la región para celebrar el Jubileo de Platino de la Reina.
Shawn Richards, viceprimer ministro de la nación de dos islas, dijo que el país debería revisar sus lazos con la Reina mientras lanzaba una oferta política conjunta para sustituir el gobierno de la isla. Sigue a una decisión similar tomada el año pasado por Barbados.,
“El avance de las décadas nos ha enseñado que ha llegado el momento de que San Cristóbal y Nieves revise su sistema monárquico de gobierno y comience el diálogo para avanzar hacia un nuevo estatus, tal y como han hecho Trinidad, Guyana, Dominica y ahora Barbados”, dijo el Sr. Richards a los periodistas.
“Todos los partidos políticos, junto con la sociedad civil y los jóvenes, tendrán la oportunidad de guiar el camino a seguir”, añadió.
El Sr. Richards hizo la declaración mientras él y cinco de sus colegas del gabinete presentaban una moción de censura contra el primer ministro de la nación, Timothy Harris.
Se produce cuando los activistas han pedido al gobierno británico que deje de enviar a los miembros de la realeza al extranjero, y a la Commonwealth que rompa los lazos con la monarquía.
Mientras tanto, el conde y la condesa de Wessex han sido recibidos con peticiones de reparación de la esclavitud a lo largo de su viaje a Antigua y Barbuda, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas; en este último país, algunos manifestantes reunidos, mostraron pancartas como “Gran Bretaña tu deuda está pendiente”, “compensación ahora” y “fin del colonialismo”.
El grupo de presión Republic afirmó que el príncipe Eduardo demostró una “despreciable falta de interés” por las cuestiones planteadas por el primer ministro de Antigua, Gaston Browne, durante una reunión celebrada el lunes.
Cuando el Sr. Browne planteó a Eduardo y a Sofía el legado colonial de Gran Bretaña y la cuestión de las reparaciones, el conde respondió con bromas, añadiendo que no había estado tomando notas y que, por tanto, no respondería en su totalidad.
El príncipe también bromeó sobre cómo lamentaba que el príncipe Carlos pudiera reunirse con los residentes de Barbuda afectados por el huracán de 2017 y no con él. El primer ministro no se rió de ninguna de las bromas.
Graham Smith, director ejecutivo de Republic, dijo: “Esta respuesta arrogante y despreciable de Eduardo demuestra una vez más que la realeza no está hecha para la diplomacia. Siempre ha sido así, pero hasta ahora las naciones anfitrionas han sido demasiado educadas para ponerles en aprietos.”
“Las naciones caribeñas están claramente hartas de la diplomacia condescendiente de Gran Bretaña y aprovechan estas giras para plantear serios agravios. Unos visitantes más astutos, sinceros y consumados habrían sido capaces de comprometerse con esas cuestiones, no simplemente de desestimarlas”.
“Eduardo demostró por qué la realeza no es buena para la diplomacia, mostrándose distante, desinteresado y fuera de su alcance.
“A Gran Bretaña le conviene dejar de enviar a la realeza al extranjero, y es hora de que la Commonwealth corte todos sus vínculos con la monarquía británica. No se gana nada alargando esta relación cada vez más anacrónica y vergonzosa.”
Los Wessex debían cumplir dos compromisos en Santa Lucía a última hora del martes tras el aplazamiento de última hora de su viaje a Granada.
El Comité Nacional de Reparaciones de Santa Lucía iba a celebrar una conferencia de prensa más tarde el martes para declarar su posición sobre la visita real y discutir las peticiones de reparación en curso de los países de la Caricom (Comunidad del Caribe).
El viaje de Eduardo y Sofía se produce después de que el duque y la duquesa de Cambridge fueran criticados por algunos elementos de su reciente gira caribeña por Belice, Jamaica y las Bahamas, considerados como un recuerdo de la época colonial.
Al final del viaje del príncipe Guillermo y Kate, en marzo, Belice y Jamaica señalaron su intención de convertirse en una república. Desde entonces, Antigua y Barbuda y ahora San Cristóbal y Nieves han sugerido lo mismo.
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