Estados Unidos, la Unión Europea y algunos países asiáticos han contraatacado a la invasión rusa de Ucrania con una plétora de sanciones en un esfuerzo por debilitar al país y a su presidente Vladimir Putin.
El precio de las sanciones, sin embargo, también lo pagarán los civiles rusos, ya que Moscú está potencialmente al borde de un colapso económico.
Desde el cierre del espacio aéreo para las aeronaves rusas, pasando por la sanción a multimillonarios que forman parte del círculo íntimo de Putin, hasta la prohibición de que los bancos rusos participen en el sistema bancario Swift, Occidente ha llegado a extremos monumentales para mostrar sus dientes.
Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido, Australia, Canadá, Japón y, en una medida sin precedentes, Singapur y Corea del Sur, anunciaron sanciones para castigar a una Rusia implacable.
Suiza, tradicionalmente neutral, dijo que adoptará todas las sanciones ya impuestas por la UE a Rusia y al Sr. Putin.
Economía
El rublo ruso se desplomó el lunes hasta un mínimo histórico de cerca del 30% frente al dólar estadounidense, después de que Putin pusiera en alerta máxima a sus fuerzas armadas nucleares. El debilitamiento del rublo puede provocar un aumento de la inflación, lo que obligará a reducir el nivel de vida del ruso medio.
Los rusos fueron vistos corriendo a los bancos y cajeros automáticos para retirar dinero en medio de una crisis económica emergente.
Estados Unidos bloqueó el lunes a los estadounidenses para que no realicen ninguna transacción con el banco central de Rusia, lo que significa que el banco no podrá realizar ninguna transacción en dólares ni acceder a sus reservas en dólares.
Un comunicado del Departamento del Tesoro dijo que la medida “interrumpirá los intentos de Rusia de apuntalar su moneda, que se deprecia rápidamente, al restringir los suministros mundiales del rublo y el acceso a las reservas que Rusia puede tratar de intercambiar para apoyar el rublo”.
El Banco de Japón anunció que congelaría las reservas de divisas de Rusia denominadas en yenes en cooperación con los esfuerzos de los países del G7 por intensificar las sanciones.
Para evitar que el rublo se hunda aún más, el presidente ruso prohíbe a los ciudadanos transferir dinero al extranjero, mientras que el banco central ruso sube los tipos de interés del 9,5% al 20%.
El banco también ha suspendido temporalmente la venta de valores en manos de extranjeros.
Coste de la vida
Dada la dependencia de Rusia de Occidente para la importación de bienes de consumo, incluidos los alimentos y los productos químicos, las sanciones también acabarían perjudicando a los ciudadanos de clase media del país, ya que es probable que se dispare el precio de los productos cotidianos.
También es probable que se disparen los precios de productos electrónicos como iPhones, ordenadores y consolas de videojuegos como la PlayStation, cuya importación depende de Occidente.
Los viajes al extranjero se encarecerían junto con los servicios extranjeros como Netflix.
Las exportaciones rusas de todos los productos básicos, desde el petróleo y los metales hasta los cereales, también se verían interrumpidas por las sanciones. Mientras tanto, el crudo Brent superó los 104 dólares por barril tras la declaración de guerra de Moscú.
“Aunque intente eximir las transacciones energéticas, Swift puede seguir causando importantes trastornos en los flujos comerciales de la energía a corto plazo, al menos hasta que los compradores cambien a alternativas como Telex u otros sistemas. En cuanto a otras materias primas, no veo cómo puede continuar el comercio sin las exenciones”, declaró a Reuters Amrita Sen, cofundadora del grupo de expertos Energy Aspects.
Deportes
La comunidad deportiva internacional ha reaccionado con dureza contra la agresión de Putin prohibiendo a Rusia participar en los próximos eventos. Estas sanciones deportivas han dejado a varios atletas en la estacada.
Rusia ha sido expulsada del Mundial de 2022 y sus equipos han sido suspendidos de todas las competiciones internacionales de fútbol “hasta nuevo aviso”, según ha anunciado la FIFA.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha pedido a la federación deportiva internacional que boicotee la participación de atletas rusos y bielorrusos en sus eventos para “proteger la integridad de las competiciones deportivas mundiales”.
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