El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, dice a los senadores que esperen una votación inicial tan pronto como el martes sobre la legislación reducida que proporcionaría subvenciones, créditos fiscales y otros incentivos financieros para las empresas que construyan plantas de fabricación de semiconductores en los Estados Unidos.
Tanto la Cámara de Representantes como el Senado han aprobado proyectos de ley de gran alcance que incluían numerosas disposiciones comerciales, dólares adicionales para la investigación y pedían el desarrollo de centros tecnológicos regionales en todo el país. Pero los legisladores han tenido dificultades para alcanzar un compromiso final que pueda generar 60 votos en el Senado, el número necesario para superar los obstáculos de procedimiento.
A falta de un acuerdo más amplio, Schumer, demócrata de Nueva York, pasará a ocuparse de un “proyecto de ley de competencia limitada” que incluya los 52.000 millones de dólares en incentivos financieros e investigación que constituían el núcleo de los proyectos de ley aprobados en la Cámara y el Senado. También incluiría un crédito fiscal para la inversión en semiconductores, y podrían añadirse otras piezas si están listas.
Los planes de Schumer fueron descritos por una persona familiarizada con las deliberaciones privadas a la que se le concedió el anonimato para discutirlos.
El gobierno de Biden ha intensificado su defensa del proyecto de ley de semiconductores en los últimos días, calificando de esencial que los legisladores tomen medidas antes del receso de agosto.
La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, y otros funcionarios de la administración se reunieron a puerta cerrada con los senadores el miércoles para discutir las ramificaciones de seguridad nacional de depender de países extranjeros para la producción de chips informáticos.
“La conclusión es que hay consecuencias muy reales y devastadoras si el Congreso no hace su trabajo en el mes de julio”, dijo Raimondo.
Esas consecuencias significan no sólo la pérdida de oportunidades de empleo para Estados Unidos, sino una dependencia excesiva de otras naciones para los semiconductores que son cruciales para productos que van desde los coches y los teléfonos móviles hasta los sistemas de armas modernos. Según el proyecto de ley, la financiación del gobierno federal se utilizaría para subvencionar parte del coste de construcción o renovación de las plantas de semiconductores en Estados Unidos.
Raimondo afirma que a los fabricantes de chips informáticos ya se les ofrecen lucrativos incentivos desde otros países como Corea del Sur, Japón, Francia, Alemania y Singapur para que instalen plantas allí. Citó el anuncio hecho el lunes por STMicroelectronics y GlobalFoundries de construir una fábrica de semiconductores en Francia como ejemplo de que otros países se están moviendo más rápido que Estados Unidos en este tema.
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