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Un grupo de casi 100 personas con tumores cerebrales raros ha sido vinculado a la misma escuela en Woodbridge, Nueva Jersey.
CBS News informa de que Al Lupiano, un científico medioambiental, se propuso investigar los tumores, ya que a él también le habían diagnosticado este raro crecimiento hace 20 años. Comenzó a investigar una pequeña selección de pacientes con tumores, pero a medida que su grupo de sujetos crecía comenzó a notar el denominador común del grupo.
Según el Sr. Lupiano, 94 de los individuos que padecen el raro tumor son graduados o fueron trabajadores del Instituto de Colonia.
Encontrar la causa de los tumores se ha convertido en algo muy personal para el Sr. Lupiano. No sólo él tiene el raro tumor, sino también su esposa y su hermana.
“Avancemos hasta agosto del año pasado. Mi hermana recibió la noticia de que ella misma tenía un tumor cerebral primario. Por desgracia, resultó ser un glioblastoma en fase 4. Dos horas después, recibimos la información de que mi mujer también tenía un tumor cerebral primario”, dijo el Sr. Lupiano a CBS News.
Su hermana falleció hace menos de un mes, lo que llevó al Sr. Lupiano a ponerse en contacto con sus antiguos compañeros de clase y profesores del instituto de Colonia para preguntar si alguno de ellos se enfrentaba a un raro tumor cerebral.
Dijo que el volumen de respuestas fue impactante. Pero más impactantes fueron las implicaciones de su descubrimiento.
“Lo que me parece alarmante es que realmente sólo hay un vínculo ambiental con los tumores cerebrales primarios y es la radiación ionizante. No es el agua contaminada. No es el aire. No es algo en el suelo. No es algo que nos hayan hecho los malos hábitos”, dijo el Sr. Lupiano.
Esa revelación planteó una pregunta muy importante: si la única causa ambiental de los tumores cerebrales primarios es la radiación ionizante, ¿se está irradiando de alguna manera a Woodbridge?
“Era tierra virgen. Era un bosque. El instituto fue lo primero que hubo allí, así que probablemente no había nada en el suelo en ese momento. Lo único que podría haber ocurrido, potencialmente, fue el relleno que se trajo durante la construcción. No tenemos registros de hace 55 años”, dijo el alcalde de Woodbridge, John McCormick.
El Sr. McCormick se ha puesto en contacto con el Departamento de Salud del estado, el Departamento de Protección Medioambiental y la Agencia Federal de Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades para que investiguen el descubrimiento.
“Estamos estudiando las posibles medidas que podemos tomar entre la ciudad y la escuela, y nos han dicho que estudiarán todo lo que se nos ocurra”, dijo.
El superintendente del distrito, el Dr. Joseph Massimo, dijo que estaba esperando más asesoramiento de los organismos medioambientales antes de llegar a cualquier conclusión sobre el tema, pero subrayó que la seguridad era su principal preocupación.
“Soy un residente de toda la vida aquí. He criado a mi familia aquí. Así que la salud y la seguridad de nuestros estudiantes es de suma importancia para mí”, dijo.
Los funcionarios de la escuela y de la ciudad dijeron que planeaban alertar a los residentes y a los padres sobre la investigación no oficial, pero subrayaron que los hallazgos no eran un estudio oficial y que se requerirá una mayor revisión de la situación.
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