Los baristas y otros empleados de un Starbucks de Seattle han votado a favor de la sindicalización, la primera votación de este tipo en la ciudad donde se originó Starbucks y la última en un impulso nacional para organizar la cadena de cafeterías.
La votación unánime anunciada el martes por la Junta Nacional de Relaciones Laborales es también una victoria especialmente simbólica en el momento en que Howard Schultz regresa como director ejecutivo interino, informó The Seattle Times.
La tienda del barrio de Capitol Hill se convertirá en la séptima del país en la que los empleados han votado a favor de la sindicalización con Workers United, una filial del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios. Al menos 140 tiendas más en 27 estados han presentado peticiones para las elecciones sindicales.
Starbucks anunció el 16 de marzo que el director general Kevin Johnson se retiraba. La empresa eligió a Schultz, antiguo director general, como líder interino hasta que encuentre un sustituto permanente para este otoño. En su anterior etapa en la empresa, Schultz, de 68 años, luchó con éxito contra los intentos de sindicalizar las tiendas y plantas de tostado de Starbucks en Estados Unidos.
En una carta dirigida a los empleados en noviembre, publicada justo antes de las primeras votaciones de sindicalización en tres tiendas de Buffalo (Nueva York), Schultz dijo que había intentado crear el tipo de empresa en la que su padre, un obrero, nunca tuvo la oportunidad de trabajar.
Recordó el “momento traumático” en el que su familia se quedó sin ingresos después de que su padre sufriera una lesión en el trabajo, y dijo que por eso Starbucks tiene beneficios como la asistencia sanitaria, la matrícula universitaria gratuita, la baja por paternidad y la concesión de acciones para los empleados.
Starbucks ha tenido que reincorporar a los trabajadores despedidos o pagar para solucionar las infracciones de la legislación laboral en numerosas ocasiones a principios de la década de 2000.
El año pasado, la junta laboral nacional determinó que Starbucks había tomado represalias ilegales contra dos baristas de Filadelfia que intentaban sindicarse. La junta dijo que Starbucks vigiló las redes sociales de los empleados, espió ilegalmente sus conversaciones y luego los despidió. Ordenó a Starbucks que dejara de interferir en el derecho de los trabajadores a organizarse y ofreciera la reincorporación a los dos trabajadores.
La semana pasada, la junta emitió una denuncia contra Starbucks en la que se alegaba que los directores de distrito y de tienda de Phoenix espiaban y amenazaban a los trabajadores que apoyaban la sindicalización. La denuncia dice que Starbucks suspendió a un partidario del sindicato y despidió a otro.
Sydney Durkin, que trabaja en la tienda de Seattle, dijo al periódico que en el pasado estos podían ser trabajos en los que la gente sólo permanecía unos pocos años, pero que cada vez más se están convirtiendo en el medio de vida de la gente.
“Esto es una señal para la industria alimentaria en general de que está cambiando y de que se está construyendo hacia algo, esperemos, más sostenible”, dijo Durkin.
“Respetaremos el proceso y negociaremos de buena fe… Esperamos que el sindicato haga lo mismo”, dijo un portavoz de la empresa Starbucks en un comunicado.
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