Según la ONU, para alcanzar los objetivos climáticos podrían ser necesarios espejos gigantes que reflejen la luz solar lejos de la Tierra

Según un informe de las Naciones Unidas, podrían necesitarse espejos gigantes colocados para reflejar la luz solar en el espacio a fin de cumplir los objetivos climáticos.

La modificación de la radiación solar (SRM), también conocida como geoingeniería solar, es una de las propuestas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente para utilizar tecnología radical con el fin de evitar una emergencia climática.

“La SRM es el único enfoque conocido que podría utilizarse para enfriar la Tierra en pocos años”, afirma el informe, elaborado por un grupo de expertos en climatología.

“Las simulaciones de modelos climáticos muestran sistemáticamente que los SRM podrían compensar algunos de los efectos del aumento de los gases de efecto invernadero sobre el clima global y regional, incluidos los ciclos del carbono y del agua, pero podría haber un cambio climático residual o sobrecompensado sustancial a escalas regionales.”

En informe concluye que es necesario investigar más para comprender mejor las repercusiones medioambientales y sociales de las tecnologías de geoingeniería.

Otras tecnologías mencionadas en el informe incluían la inyección de grandes cantidades de aerosoles en la atmósfera superior para bloquear el Sol.

No es la primera vez que se proponen espejos espaciales como forma de paliar los peores efectos del cambio climático, con el ex aspirante presidencial estadounidense Andrew Yang publicando notablemente un plan para geoingeniería del planeta en 2019.

Su propuesta de colocar espejos espaciales plegables gigantes en órbita costaría 4,86 billones de dólares y tardaría unas dos décadas en implementarse.

La ONU señaló que los esfuerzos mundiales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no van por buen camino para alcanzar el objetivo de 1,5°C del Acuerdo de París.

Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, señaló que los SRM no deben considerarse un sustituto de los objetivos actuales de reducción de emisiones.

“No elimina el carbono de la atmósfera. Tampoco mejorará el medio ambiente ni abordará las causas profundas del cambio climático”, afirmó.

“Nuestra mejor apuesta para un futuro próspero y equitativo sigue siendo realizar el duro e inevitable trabajo de lograr la estabilidad climática reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, para crear un planeta libre de contaminación y sociedades que vivan en armonía con la naturaleza.”