En el marco de la prolongada sequía que afecta a gran parte del continente europeo, han aparecido antiguas piedras con advertencias funestas.
Hace siglos, las piedras que bordeaban los cauces secos de los ríos se marcaban para advertir a las generaciones futuras de que su exposición significaba que la hambruna estaba a la vuelta de la esquina.
Varios ríos europeos, como el Elba, el Rin y el Wese, conservan lo que se conoce como “piedras del hambre”, que contienen sombrías advertencias para los que tienen la desgracia de verlas.
Este año ha aparecido una piedra en la orilla del río Elba, en la ciudad checa de Decin. El periodista alemán Olaf Koens la descubrió hace poco y lleva la siguiente inscripción: “Si me ves, llora”.
Algunas marcas se remontan al siglo XV, según descubrieron investigadores checos en 2013, y la piedra de Decin conmemora al menos 12 sequías a lo largo de 600 años.
La actual sequía en Europa podría ser la peor del continente en 500 años y podría prolongarse durante tres meses, según Andrea Toreti, científico del Observatorio Europeo de la Sequía.
Se espera que la sequía acabe afectando al 47% de Europa y que las industrias se resientan, ya que los grandes ríos del continente se agotan tanto que el transporte se ve afectado.
El nivel de las aguas del río Rin en Emmerich, cerca de la frontera con Holanda, en Alemania, descendió el lunes en 24 horas, llegando a cero en el medidor de profundidad.
Las autoridades afirmaron que la vía de navegación del río seguía funcionando con una profundidad de unos 2 metros, pero la medición récord del martes puso de manifiesto el carácter extremo de la actual sequía.
El principal grupo de presión de la industria alemana, BDI, advirtió que las fábricas podrían tener que reducir la producción o detenerla por completo porque el nivel del agua estaba dificultando el transporte de la carga.
Los agricultores de algunas zonas de Francia han recurrido al agua del grifo para su ganado, ya que los estanques y arroyos se están secando.
Baptiste Colson, propietario de vacas lecheras y de cultivos forrajeros en Borgoña, dijo que sus animales estaban sufriendo, y que la calidad y la cantidad de la leche estaban disminuyendo.
En la región española de Andalucía, algunos agricultores de aguacates han tenido que sacrificar cientos de árboles para salvar a otros de marchitarse, ya que el embalse de Viñuela, en la provincia de Málaga, descendió a sólo el 13% de su capacidad, un 55% menos que hace un año.
Europa no está sola en la crisis, ya que también se registran condiciones de sequía en el este de África, el oeste de Estados Unidos y el norte de México.
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