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Un hombre de 40 años ha sido detenido en relación con una serie de apuñalamientos en Nueva York la semana pasada que dejaron un indigente muerto y otros dos heridos.
Trevon Murphy, un indigente con un historial de detenciones y problemas relacionados con enfermedades mentales, fue detenido por la policía el miércoles por la mañana después de que un transeúnte lo reconociera y alertara a las autoridades.
Tres personas que dormían en la calle fueron apuñaladas en Manhattan entre el 5 y el 11 de julio. La primera de las víctimas, un hombre de 34 años, murió apuñalado mientras dormía en el West Village.
El segundo apuñalamiento tuvo lugar el 8 de julio, cuando un indigente de 59 años dormía en Midtown. Sobrevivió al ataque. La tercera víctima también sobrevivió al apuñalamiento, en el Upper East Side, el 11 de julio.
Rubén Arias, un funcionario de prisiones jubilado, dijo que iba en el autobús cuando vio a un hombre sentado en el banco de la parada del autobús con una sudadera negra con capucha y zapatillas de deporte y reconoció al hombre después de ver una foto que había sido difundida por la policía.
El Sr. Arias se bajó del autobús y se acercó a dos agentes de policía, diciendo: “Escuchen, acabo de ver al hombre que va por ahí apuñalando a la gente”.
Al parecer, los agentes no le creyeron, por lo que llamó al 911 para transmitir la información.
El Sr. Murphy fue pronto detenido y se encontró un cuchillo en el bolsillo de su pantalón. Hizo declaraciones a los investigadores identificándose en imágenes fijas relacionadas con los ataques”, dijo el miércoles el jefe adjunto Joseph Kenny.
“Este hombre se cebaba con los vulnerables y estamos agradecidos por el esfuerzo combinado para detener a este sujeto de forma rápida y segura”, dijo el comisario de la policía de Nueva York Keechant Sewell.
El Sr. Murphy ha sido acusado de asesinato, dos cargos de intento de asesinato y dos cargos de asalto.
El alcalde Eric Adams trató de tranquilizar a los ciudadanos, diciendo: “No creo que esta persona peligrosa sea un reflejo de Nueva York.
“El neoyorquino medio echa una mano a los sin techo. No utilizan sus manos para agredirlos.
“Realmente pone de manifiesto lo imperativo que es trasladar a las personas a espacios seguros, a refugios y, finalmente, a viviendas permanentes”, añadió el Sr. Adams.
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