SpaceX lanzó con éxito el martes por la mañana el cohete operativo más potente del mundo desde el Centro Espacial Kennedy de la Nasa.
A pesar de la espesa niebla de primera hora de la mañana, un cohete Falcon Heavy de SpaceX salió rugiendo hacia el espacio desde el complejo de lanzamiento 39A a las 9.41 am EDT transportando el USSF-44, una carga útil clasificada de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos destinada a la órbita geosíncrona. Fue el primer lanzamiento para el Falcon Heavy en tres años, y el tercer lanzamiento para el gran cohete de carga pesada desde su debut en 2018, cuando un Falcon Heavy lanzó un roadster de Tesla al espacio -el CEO de SpaceX, Elon Musk, es también el CEO de la compañía de automóviles eléctricos-.
Momento en el que los cohetes impulsores Falcon Heavy de SpaceX aterrizan con éxito de nuevo en Florida
El cohete Falcon Heavy equivale aproximadamente a tres cohetes Falcon 9 de SpaceX unidos para crear una etapa principal más amplia y potente. Mientras que un solo cohete Falcon 9 puede lanzar unas 20.900 libras a la órbita baja de la Tierra, el Falcon Heavy puede elevar más de 140.000 libras a la órbita baja de la Tierra.
Al igual que los cohetes Falcon 9, los cohetes Falcon Heavy son reutilizables. Dos de los tres propulsores del lanzamiento del martes volvieron a la Tierra de forma autónoma, marcando el 150th y 151st recuperación de cohetes de clase orbital por parte de la empresa
Mientras que los lanzamientos del Falcon Heavy han sido escasos, SpaceX ha estado lanzando cohetes Falcon 9 a un ritmo rápido, enviando astronautas y carga a la Estación Espacial Internacional, lanzando satélites SpaceX Starling y otras cargas útiles comerciales. El lanzamiento del martes hace el 50th lanzamiento de cohetes para SpaceX sólo en 2022.
Es posible que el Falcon Heavy no conserve el título de cohete de operación más potente durante mucho más tiempo.
El cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la Nasa será el cohete más potente que haya volado desde el Saturno V del programa Apolo de los años 60, si despega del Centro Espacial Kennedy el lunes 14 de noviembre, como espera la Nasa. Ese lanzamiento llevará la misión Artemis I, un vuelo de prueba sin tripulación de la nave espacial Orión que, emparejada con el SLS, llevará a los astronautas de la Nasa de vuelta a la Luna en 2025.
La versión del cohete SLS que lanzará el Artemis I generará 8 millones de libras de empuje y podrá llevar más de 209.000 libras a la órbita baja de la Tierra.
SpaceX, por su parte, está trabajando para superar tanto a la Nasa como a sí misma. La nave espacial Starship de la compañía, aún en desarrollo, generará 12 millones de libras de empuje cuando se empareje con el nuevo Super Heavy Booster, y elevará 200.000 libras de carga útil a la órbita baja de la Tierra.
El Starship será el mayor cohete jamás volado, si es que se lanza.
Años de retrasos técnicos y normativos han llevado a SpaceX a retrasar continuamente la fecha del primer vuelo de prueba orbital de Starship. En febrero, Musk predijo una fecha de lanzamiento en algún momento de marzo, pero en septiembre recalibró, sugiriendo que el vuelo podría llegar a finales de octubre.
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