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Sri Lanka, con problemas de liquidez, ha prorrogado una semana más el cierre de las escuelas debido a la agobiante crisis de combustible que ha dificultado el acceso de alumnos y profesores a las aulas.
El Ministerio de Educación instó el domingo a las escuelas a impartir clases en línea, y añadió que el tiempo perdido durante la semana de vacaciones se ajustaría en el próximo período de vacaciones escolares.
La nación insular de 22 millones de habitantes está luchando contra su peor crisis financiera desde su independencia en 1948 debido a la creciente deuda y a la disminución de las reservas de divisas. La escasez de fondos para comprar combustible y alimentos en los últimos tres meses ha empujado a sus ciudadanos hacia la pobreza.
A principios de junio, el gobierno de Sri Lanka cerró todas las escuelas durante una semana e instó a los empleados a trabajar desde casa en un esfuerzo por ahorrar en combustible. La semana pasada, las autoridades suspendieron la venta de combustible para los vehículos no esenciales, con el fin de utilizar las existencias disponibles para el funcionamiento de las ambulancias, los autobuses, los trenes y la distribución de alimentos.
La falta de suministro de combustible a las centrales eléctricas ha obligado a las autoridades a anunciar cortes de electricidad en todo el país de hasta tres horas al día a partir del lunes.
Los vídeos compartidos en las redes sociales muestran colas serpenteantes de personas que esperan su turno para llenar sus depósitos. En otro vídeo, se ve a un oficial del ejército dando una patada a un hombre después de que un grupo de hombres supuestamente creara un jaleo en un depósito de gasolina, informaron los medios locales.
El ministro de Energía, Kanchana Wijesekera, declaró el fin de semana que se están preparando nuevos envíos de combustible, pero que el país tiene dificultades para recaudar fondos suficientes para pagar, ya que el banco central sólo puede suministrar 125 millones de dólares (102,8 millones de libras). Se calcula que el país necesita 587 millones de dólares para pagar una media docena de envíos de combustible.
“Encontrar dinero es un reto. Es un reto enorme”, dijo Wijesekera a los periodistas.
Según el ministro, se espera que el primer barco con 40.000 toneladas métricas de gasóleo llegue este viernes, mientras que el primer barco con gasolina se espera que llegue a la costa el 22 de julio.
“Esta semana necesitaremos 316 millones de dólares para pagar los nuevos envíos. Si añadimos dos cargamentos de crudo, esta cantidad se dispara hasta los 587 millones de dólares”, declaró Wijesekera a la prensa en Colombo. Añadió que Sri Lanka debía unos 800 millones de dólares a siete proveedores de combustible.
Sri Lanka ha recibido la mayor parte del combustible a través de una línea de crédito india de 500 millones de dólares, que se agotó a mediados de junio. El país está negociando ahora con proveedores de Rusia y Malasia.
El gobierno ha instado a los casi dos millones de esrilanqueses que trabajan en el extranjero a que envíen sus ingresos en divisas a casa a través de los bancos. El Sr. Wijesekera dijo que las remesas de los trabajadores, que son la principal fuente de ingresos en divisas de la nación, habían disminuido a 318 millones de dólares en junio desde los 600 millones habituales.
Las remesas se redujeron de 2.800 millones de dólares en los primeros seis meses de 2021 a 1.300 millones en el mismo periodo de 2022, según el Banco Central.
Ranil Wickremesinghe, que asumió el cargo de primer ministro en mayo en medio de las continuas protestas contra el presidente Gotabaya Rajapaksa, anunció en junio que la economía del país se ha “hundido por completo”.
Advirtiendo que Sri Lanka “se enfrenta a una situación mucho más grave”, el Sr. Wickremesinghe añadió: “Ahora estamos viendo signos de una posible caída hasta el fondo.”
Sri Lanka suspendió el reembolso de unos 7.000 millones de dólares en préstamos extranjeros que vencían este año, de un total de 25.000 millones de dólares que debían devolverse antes de 2026. La deuda externa total del país asciende a 51.000 millones de dólares.
Mientras tanto, los funcionarios seguirán manteniendo conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para un posible paquete de rescate de 3.000 millones de dólares.
Información adicional de las agencias
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