Sudáfrica es el país más desigual del mundo y la raza desempeña el mayor papel en el impulso de la desigualdad, según un nuevo informe del Banco Mundial.
A pesar de haber transcurrido tres décadas desde el fin del apartheid en Sudáfrica, el 10 por ciento más rico del país posee más del 71 por ciento de la riqueza, según el informe “Desigualdad en el sur de África“, publicado por el Banco Mundial el martes.
La marcada desigualdad del país persiste debido a la raza y a “su impacto en la educación y el mercado laboral”, según el informe.
“Sudáfrica, el mayor país de la Unión Aduanera del África Meridional (SACU), es el país más desigual del mundo, ocupando el primer lugar entre 164 países”, señala el informe.
El prestamista con sede en Washington había calificado previamente a Sudáfrica como el país más desigual en un informe de 2018.
Según el informe, la contribución de la raza a la desigualdad de ingresos asciende al 41%, mientras que la contribución de la educación se había reducido al 30%.
Botsuana, Eswatini, Lesoto y Namibia -todos ellos miembros de la SACU- también se situaron entre los 15 países más desiguales.
“En Namibia y Sudáfrica, la historia es la de una transición incompleta tras el apartheid”, afirmaron los autores del informe.
“El progreso político en estos países no ha ido acompañado de un progreso en la equidad y la justicia económica, principalmente porque las distorsiones de su pasado suponen obstáculos críticos para el progreso social”, añadió.
“En Sudáfrica, el legado del colonialismo y el apartheid, arraigado en la segregación racial y espacial, sigue reforzando la desigualdad de resultados”, decía además.
El informe explicaba que el aumento de los salarios de los trabajadores cualificados y el estancamiento de los salarios de los trabajadores semicualificados han provocado desigualdades salariales.
Aunque el consumo per cápita en la región mejoró ligeramente desde la década de 2000 hasta 2016, la mayoría de los datos recogidos para el informe eran anteriores a la pandemia de Covid, que empujó a 3,2 millones de personas a la pobreza en la SACU.
El informe se elaboró utilizando el Índice de Gini, una herramienta económica que examina el consumo y el gasto para medir la desigualdad.
Además de la raza, el género también ha desempeñado un papel fundamental en la desigualdad. Las mujeres de la región ganan de media un 30% menos que los hombres con las mismas cualificaciones educativas, según el informe.
Las diferencias de ingresos de las mujeres aumentaron hasta el 38% en Sudáfrica, seguidas del 32% en Lesoto.
La distribución desigual de la agricultura también ha alimentado la desigualdad, especialmente en las zonas rurales. En Namibia, al menos el 70% de los 39,7 millones de hectáreas de tierras agrícolas “siguen perteneciendo a los namibios de ascendencia europea”.
“Nivelar el campo de juego al nacer a través de una entrega más inclusiva de educación de calidad, salud y servicios básicos es fundamental para reducir la desigualdad en la región”, dijo Marie Francoise Marie-Nelly, directora del Banco Mundial en el país.
Para reducir la brecha entre ricos y pobres, el Banco Mundial ha recomendado mejorar el impacto de la política fiscal en la desigualdad y promover la igualdad de oportunidades mediante el fortalecimiento del acceso igualitario a los servicios públicos.
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