Se espera que un tribunal sueco emita un veredicto el jueves en el juicio de un ciudadano iraní acusado de asesinato y otros crímenes de guerra durante la fase final de la guerra entre Irán e Irak en la década de 1980.
Los fiscales suecos alegaron ante el Tribunal de Distrito de Estocolmo que Hamid Noury participó en graves atrocidades en julio-agosto de 1988 mientras trabajaba como asistente del fiscal adjunto en la prisión de Gohardasht, a las afueras de la ciudad iraní de Karaj.
Dijeron que el líder supremo de Irán en ese momento, el ayatolá Jomeini, había emitido una orden de ejecución para todos los prisioneros del país que simpatizaban y permanecían leales al grupo de oposición iraní Muyahidín-e-Jalq, conocido como MEK.
Debido a esa orden, un gran número de prisioneros fueron ejecutados en la prisión de Gohardasht entre el 30 de julio y el 16 de agosto de 1988, dijeron los fiscales suecos.
Los fiscales suecos dijeron que Noury era sospechoso de “haber matado intencionadamente, junto con otros autores, a un gran número de presos que simpatizaban con diversos grupos de izquierda y que eran considerados apóstatas.”
Durante el proceso judicial que finalizó el 4 de mayo, Noury ha negado haber actuado mal,
El veredicto en su caso llega en un momento tenso para los vínculos entre Estocolmo y Teherán. Varios europeos fueron detenidos en Irán en los últimos meses, entre ellos un turista sueco, dos ciudadanos franceses y un científico polaco, entre otros.
Las detenciones suscitaron la preocupación de que Irán esperaba aprovechar a los prisioneros como moneda de cambio para presionar a Estados Unidos y a las naciones europeas a fin de que le concedan el alivio de las sanciones que recibió en virtud de su desvencijado acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales.
Noury fue detenido en noviembre de 2019 cuando llegó a Estocolmo y ha estado bajo custodia desde entonces. La agencia de noticias sueca TT dijo que fue atraído a Suecia, creyendo que haría turismo, conocería mujeres y asistiría a fiestas.
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